La base antártica conjunta Petrel, enclavada al norte de la península antártica, se proyecta como una instalación científica estratégica porque contará con un muelle y dos pistas de aterrizaje que permitirán acceder de modo aéreo y marítimo al continente. Estas instalaciones permitirán la llegada de buques polares, avisos e incluso un rompehielos.
El teniente coronel Martín Sakamoto, jefe de Petrel, cuenta que el proyecto consiste en desarrollar una base antártica conjunta y permanente con capacidades logísticas que permitan dar cumplimiento a lo normado en la política antártica nacional.
Además, explica que esta va a ser una puerta de entrada polimodal a la Antártida porque tendrá dos accesos: uno por vía marítima (que funcionará a lo largo de todo el año en cualquier momento de la campaña antártica) y otro por vía aérea, algo que la distingue de la actual puerta de ingreso a la Antártida.
Es decir que Petrel se va a convertir en una base ejemplar del sistema antártico con una puerta de entrada permanente al apoyo logístico, a la ciencia y a la investigación, y, obviamente, a nuestras bases antárticas permanentes y transitorias y refugios.
En el verano, gracias al esfuerzo y la labor del personal, y cumpliendo todos los protocolos ambientales, se recuperaron, limpiaron y sanearon las instalaciones viejas de la antigua casa Petrel, destruida tras el incendio que sufrió en el año 1974.
Sakamoto contó también, que, actualmente, se está trabajando en la construcción de una casa modular habitacional. Es muy importante el trabajo que llevó a cabo el Comando Conjunto Antártico con el Ministerio de Defensa, a través de un convenio interadministrativo con la empresa Tandanor.
Al día de hoy, esta empresa lleva la responsabilidad de la construcción física en Buenos Aires y está previsto que a fin de campaña de invierno y empezando la campaña de verano, cuando se apruebe la evaluación de impacto ambiental, la casa sea transportada por medio naval a través de los buques de la armada que participan bajo control operacional del Coco Antar y se carguen en los avisos polares, sea en el estrecho San Carlos o en las islas Malvinas y en el rompehielos Almirante Irízar, la casa de Petrel.
Sakamoto nos relata que esta va a ser una casa muy importante que tendrá una superficie cubierta de 2244 metros cuadrados. Una casa moderna, que, a su parecer, va a ser una de las más modernas de lo que es el Sistema Antártico Internacional, apuntada a las energías alternativas. En su primer momento, va a albergar a 60 personas para que a lo largo de todo un año puedan vivir en ese lugar y, en el verano, como se incrementan las personas, va a llegar a alojar 150 personas.
UNA CONSTRUCCIÓN SUSTENTABLE
A lo largo de la campaña antártica del verano 2023, se desarrollaron numerosas tareas operacionales y logísticas para poder avanzar con todo lo que estaba plasmado en el plan anual antártico y seguir los lineamientos trazados por el Comando Conjunto
Nosotros generamos nuestra propia energía. Hemos instalado dos grupos electrógenos de ciento sesenta KVA y hemos reinstalado dos grupos electrógenos de ciento treinta KVA en la usina auxiliar. A su vez, se tuvo que realizar toda la instalación eléctrica para que estos grupos puedan abastecer y llegar a cada punto donde hay que llevar energía e instalar los tableros eléctricos, terminales y lo que hace al funcionamiento de la electricidad. Es un salto cualitativo y de calidad lo que hemos conseguido este año. Se ha hecho también mantenimiento de la red de comunicaciones radioeléctricas y de todo el enlace satelital que nos permite realizar las comunicaciones con el continente.
También hemos mejorado de forma exitosa la obtención, la potabilización y la redistribución del agua potable para consumo humano en la base Petrel. Asimismo, hemos hecho una laguna, aparte de la que nos estaba abasteciendo, y de esa manera nos pudimos preparar para afrontar el invierno.
Para finalizar, Sakamoto habló de un aspecto muy importante. Cuenta que en el verano han construido uno de los campos de paneles solares fotovoltaicos más grandes que tienen las bases antárticas.
Aclaró que cree que es el más grande con el que actualmente cuentan las bases antárticas. Actualmente, han instalado 84 paneles en total, un trabajo muy duro porque cada panel lleva una base de hormigón que hay que construir. Está previsto que, en el verano, este campo de paneles fotovoltaicos, que es bastante grande, llegue a 576 paneles y de esa manera reducir el consumo de combustible fósil y de transportar hacia la Antártida tanta cantidad de combustible fósil.