China anunció el pasado viernes sanciones contra dos empresas de la industria de defensa estadounidense, Lockheed Martin y Northrop Grumman, por su papel en el suministro de armas a Taiwán, isla que considera parte de su territorio.
«Lockheed Martin Corporation participó directamente como contratista principal en la venta de armas estadounidenses a Taiwán el 24 de agosto. Northrop Grumman ha participado en numerosas ocasiones en la venta de armas estadounidenses a Taiwán», declaró Mao Ning, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
Por ello, «China ha decidido imponer sanciones a las dos empresas militares estadounidenses», agregó. «A pesar de la firme oposición de China, el gobierno de EE.UU. está decidido a proporcionar armas a Taiwán (…) dañando seriamente la soberanía y los intereses de seguridad de China, y yendo cada vez más lejos en el camino equivocado y peligroso de armar a Taiwán», agregó la portavoz, quien no precisó en qué consisten las medidas adoptadas por China contra esas compañías.
Para EE.UU. hay una sola China
Durante cinco décadas, EE.UU. solo ha reconocido oficialmente a Beijing como capital de la única China, aunque el Congreso, en virtud de la Ley de Relaciones con Taiwán, exige el suministro de armas a la isla autónoma para su defensa. Distintas administraciones estadounidenses lo han hecho a través de ventas y no de ayudas directas a Taiwán.
Pero en agosto, Washington aprobó por primera vez la ayuda militar directa de EE.UU. a Taiwán bajo un programa de asistencia dirigido a gobiernos extranjeros. China se opone a cualquier tipo de relación oficial de las autoridades de la isla con gobiernos extranjeros.
EE.UU. impone a sus fabricantes de armas un embargo sobre las ventas de equipos militares a China, una medida tomada después de la represión de las manifestaciones de Tiananmen en Pekín en 1989. El tema de Taiwán es extremadamente sensible en China, que reivindica la isla de 23 millones de habitantes dirigida desde 1949 por un régimen rival, cercano a EE.UU.
Beijing advierte
China advirtió al partido gobernante de Taiwán que sus compras de armas a EE.UU. “solo empujarán” a la isla “al borde de la guerra” y “no traerán más que desastres» a los habitantes de ese territorio.
La portavoz de la Oficina para Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado chino, Chen Binhua, denunció que desde la llegada al poder del Partido Demócrata Progresista (PDP) en Taiwan en 2016, el presupuesto y gasto armamentístico de la isla no han dejado de incrementarse.
Según la vocera, Taiwán fue el primer comprador de armas de EE. UU. y su presupuesto de Defensa para el próximo año ascenderá ya al doble del que tenía hace ocho años. “Advertimos solemnemente a las autoridades del PDP de que cualquier acto de búsqueda de la ‘independencia’ por la fuerza no variará nuestro firme compromiso de resolver la cuestión de Taiwán y lograr la completa reunificación de China”, sostuvo Chen.
La portavoz añadió que cualquier intento de ese tipo “será fútil a la luz de nuestra formidable fuerza para salvaguardar nuestra soberanía e integridad territorial”.
Taiwán tiene previsto aumentar el gasto en Defensa en un 3,5 por ciento hasta alcanzar los 19.000 millones de dólares en 2024, según el proyecto de presupuesto del Gobierno publicado en agosto pasado. La cifra supondría la cantidad más alta que Taiwán ha destinado nunca para Defensa, y equivaldría a alrededor del 2,5 % del PIB.
Taiwán –adonde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil– se ha gobernado de manera autónoma desde 1949, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde para cuya «reunificación» no ha descartado el uso de la fuerza.