Ningún coche eléctrico fabricado en Estados Unidos cuya batería contenga componentes o minerales críticos provistos por compañías vinculadas con los gobiernos de China u otros países podrá calificar para los beneficios fiscales que incentivan la electromovilidad.
Así lo determinó el Departamento del Tesoro en las reglas relativas a las “entidades extranjeras de preocupación”, cuya publicación era largamente esperada por las industrias automotriz y minera. Las reglas no cambian el hecho de que Argentina necesitará firmar con EE.UU. un acuerdo especial para que el litio y otros minerales argentinos sean eligibles. Pero sí apuntan a un mayor escrutinio y exigencia de trazabilidad en la cadena de valor de las baterías para coches eléctricos.
El Tesoro publicó el viernes las reglas con las que busca excluir a China de la cadena de suministro de baterías y vehículos eléctricos de EE.UU., proponiendo una serie de pruebas para determinar qué vehículos eléctricos califican para los beneficios fiscales y cuáles no. La publicación de las reglas abre un período de 30 días para la recepción de consultas antes de su entrada en vigor.
La Ley de Reducción de la Inflación (IRA por sus siglas en inglés) otorga un crédito fiscal de hasta US$ 7500 por la compra de un vehículo eléctrico, que se divide en dos: un crédito por 3750 dólares si el coche cumple con los requisitos de minerales críticos y otro por el mismo monto si cumple los requisitos de componentes en las baterías. Por lo que un coche puede calificar para los 7500, para uno u otro de los créditos, o quedar descalificado.
“Entidades extranjeras de preocupación”
En concreto, a partir de enero los vehículos eléctricos fabricados en EE.UU. que quieran calificar para el crédito por cumplir con los requisitos de componentes de baterías no podrán tener componentes fabricados por entidades con vínculos con los gobiernos de china, rusia, iran o Corea del Norte. Esto también aplicará sobre los minerales críticos a partir de 2025.
La definición clave para determinar cuándo una empresa tiene vínculos con el gobierno es la de “entidades extranjeras de preocupación” (FEOC por sus siglas en inglés). Según el Tesoro, una entidad será considerada de preocupación si esta constituida, tiene su sede y opera dentro de uno de esos países.
También caerá en esa definición una FEOC en la que el gobierno de uno de esos países controla directa o indirectamente al menos el 25% de los derechos de voto o de participación accionaria o de los puestos en su junta directiva, independientemente de la ubicación física.
Esta regla tiene por objeto evitar que esas entidades puedan utilizar a los países que tienen acuerdos de libre comercio o un acuerdo de minerales críticos con EE.UU. como puerta de acceso a los beneficios de la ley IRA. Un ejemplo es Marruecos, que vive un boom de inversiones, asociaciones y fusiones en minería, procesamiento de minerales y manufactura de componentes para baterías, algunas de capitales chinos.
Puntos contenciosos
La ley IRA permite que puedan calificar a los créditos los coches con baterías que tienen componentes o minerales críticos importados desde países que tienen un acuerdo de libre comercio con EE.UU. En un guiño a las automotrices, que consideraban insuficiente esta excepción, el Tesoro interpretó a principios de año que un acuerdo especial de minerales críticos entre gobiernos puede ser una alternativa en los casos en que no existe un tratado de libre comercio. Argentina tiene conversaciones avanzadas con EE.UU. para un acuerdo de este tipo, que ya existe entre Japón y EE.UU.
No obstante, varios congresistas cuestionaron las reglamentaciones del Tesoro en cuanto a los artículos en la ley IRA relativos a los acuerdos de libre comercio y las entidades extranjeras (FEOC) al considerarlas permisivas con China. Paradójicamente el principal vocero de las críticas es el presidente del Comité de Energía del Senado, el senador demócrata Joe Manchin, cuyo voto fue central para la sanción de la ley IRA, un pilar fundamental de la política energética del presidente demócrata Joe Biden.
Los críticos señalan que la potestad para firmar acuerdos comerciales con otros países es del Congreso y no del gobierno federal. “Incluso entre aliados, Estados Unidos solo debe celebrar acuerdos que tengan en cuenta las realidades de una industria, aprender de acuerdos anteriores y elevar los estándares”, criticaron los congresistas demócratas Richard E. Neal y Ron Wyden sobre el acuerdo con Japón.
Empresarios con intereses en la industria del litio como el CEO de Integra Capital, José Luis Manzano, señalaron la necesidad imperiosa de un acuerdo con EE.UU. para potenciar las exportaciones de litio argentino. “Para estar adentro necesitamos un tratado como el de Japón (acuerdo sobre materiales críticos) o una interpretación del secretario del Tesoro o del propio presidente de Estados Unidosdiciendo que, por la seguridad energética del propio Estados Unidos, el litio de Argentina en estado de carbonato o hidróxido es considerado raw material (materia prima). Con esto, estamos adentro, sin eso, estamos afuera del mercado”, remarcó Manzano.
Cautela entre las automotrices
Las automotrices están evaluando el impacto de las nuevas reglas en su cadena de suministros. En principio, el Tesoro tuvo en cuenta algunas realidades en la cadena de valor que son imposibles de sortear en el corto plazo por el predominio chino.
General Motors respondió que estaba revisando las reglas pero se mostró optimista de que no alterarían los planes de la compañía. «Debido a las inversiones históricas de GM en EE. UU. y los esfuerzos por construir cadenas de suministro más seguras y resilientes, creemos que GM está bien posicionada para mantener el incentivo de compra de muchos de nuestros vehículos eléctricos en 2024 y más allá«, dijo la compañía.
Autos Drive America, el lobby que representa a los fabricantes extranjeros con operaciones en EE.UU. como Hyundai y Toyota, puso el foco en la necesidad de garantizar la provisión de minerales. «Instamos a la administración a asegurar acuerdos sobre minerales críticos con naciones aliadas para proporcionar a Estados Unidos los minerales necesarios para producir vehículos eléctricos y acelerar esta transición», dijo la presidenta de la entidad, Jennifer Safavian.
China representa entre el 85% y el 90% de la extracción y el procesamiento mundial de elementos de tierras raras y refina el 60% del litio, el 65% del níquel y el 68% del cobalto necesarios para las baterías de vehículos eléctricos, según Goldman Sachs. El banco también estima que el 65% de los componentes de las baterías, el 71% de las celdas de las baterías y el 57% de los vehículos eléctricos del mundo se fabrican en China.
Atento a esta realidad, el Tesoro habilitó una excepción por dos años para algunos minerales provenientes de China que representan menos del 2% de los materiales utilizados en una batería. Manchin criticó fuertemente esta excepción. “La Ley de Reducción de la Inflación establece claramente que los vehículos de consumo no son elegibles para créditos fiscales si ‘cualquiera de los minerales críticos aplicables contenidos en la batería’ proviene de China u otros adversarios extranjeros después de 2024. Pero esta administración, una vez más, está tratando de encontrar soluciones alternativas”, fustigó, en una interpretación excesivamente restrictiva de la ley.
Igual de relevante es el establecimiento de cierto marco para la celebración de acuerdos tecnológicos con compañías chinas. El Tesoro permitirá los acuerdos de licencia de tecnología siempre que la contraparte tenga control operativo de la instalación y no la FEOC, aunque esto se evaluará caso por caso. Es el caso de Ford, que quiere construir una planta de baterías en Michigan con tecnología de CATL, el principal fabricante del mundo. El portavoz de Ford, Richard Binhammer, dijo que la compañía aún está revisando las reglas, pero agregó que «vale la pena señalar que la planta Marshall será construida, propiedad y administrada por Ford (a través de una subsidiaria) – que CATL no tendrá propiedad».