La secretaria de Minería, Flavia Royón, busca que los 8 proyectos de cobre con inversiones de hasta USD 8.000 millones tengan condiciones para comenzar su construcción. Sin fecha confirmada aún, la funcionaria tiene pendiente una visita a Santa Cruz.
“En los proyectos de cobre tenemos una gran expectativa; el cobre es el gran objetivo de esta gestión“, dijo la secretaria de Minería de la Nación, Flavia Royón, y especificó: “Dentro de la Ley Ómnibus, el Régimen de Promoción de Grandes Inversiones aplica claramente a la minería y tiene las condiciones que siempre pidieron los proyectos de cobre para desarrollarse”.
Las declaraciones se dieron en el marco de una visita de la funcionaria a San Juan, provincia donde se ubican 5 de los 8 proyectos de cobre más avanzados que tiene el país. En su agenda, Royón tiene pendiente –aunque aún sin fecha confirmada– un viaje a Santa Cruz con el objetivo de conocer el estado de los proyectos de oro y de plata que, si bien son los que sostienen hoy el grueso de las exportaciones de minerales del país, presentan una realidad muy diferente a la del metal rojo.
En San Juan está el proyecto Josemaría, de la canadiense Lundin Mining. Cuenta con la aprobación del informe de impacto ambiental y está en fase de revisión de ingeniería y búsqueda de financiación. Otros tres emprendimientos, Los Azules, Pachón y Filo del Sol, están en la etapa de factibilidad, y el proyecto Altar está en exploración avanzada.
En 6 años la demanda de cobre aumentará en 33 millones de toneladas a nivel mundial.
En Salta está el proyecto Taca Taca. La empresa que lo opera, First Quantum Minerals, y la subsidiaria Corriente Argentina SA, reiteraron el compromiso ante Flavia Royón de llevar adelante la construcción en el corto plazo.
La lista la completan el proyecto Mara, en etapa de prefactibilidad, que se plantea en Catamarca como un empalme con el cierre de Bajo de la Alumbrera y que podría aprovechar la infraestructura existente asociada con la exmina, hoy en desuso, para su desarrollo y operación, y el proyecto San Jorge, en Mendoza.
“Estamos trabajando en impulsar los proyectos de cobre que puedan iniciar la construcción lo antes posible, en conjunto Nación y provincias, para dar el marco de estabilidad, de condiciones fiscales para la construcción. Un ejemplo es que estamos pidiendo que el cobre sea considerado también un mineral crítico”, señaló Royón. “Tenemos que lograr que los 8 proyectos en estadios avanzados tengan condiciones para comenzar su construcción. Cada proyecto de cobre implica inversiones de USD 3.500 millones y USD 8.000 millones. Y un punto máximo de 3.000 a 8.000 empleos en la construcción“, cuantificó la funcionaria.
Se espera que la demanda de cobre a nivel mundial para 2030 aumentará a 33 millones de toneladas. Esto ocurre porque las nuevas tecnologías vinculadas con la movilidad eléctrica y las energías renovables demandan cobre por sus altas tasas de conductividad eléctrica y por su ductilidad y maleabilidad. Eso implica incorporar 35 proyectos de cobre de dimensiones similares a las de Josemaría.
La puesta en marcha de 3 de los 8 emprendimientos demandará USD 10 mil millones.
La oportunidad es concreta. Con sólo 3 de los 8 proyectos existentes, Argentina podría aportar una capacidad productiva de 693.000 toneladas de cobre, lo que significaría aproximadamente un 3% de participación en el mercado mundial del metal rojo. Esos tres son Pachón, Los Azules y Taca Taca, que sumados representan el 66% de los recursos y reservas totales de cobre de Argentina. Su construcción y puesta en marcha demandarán más de USD 10.000 millones, casi la mitad de la inversión total proyectada para los 8 proyectos (USD 22.200 millones).
El país tiene la posibilidad de crecer exponencialmente en términos de cobre, con proyectos en carpeta que están muy avanzados en cuanto a su evaluación técnica y económica. Pero para poner en marcha una nueva mina se requiere de la alineación de muchas variables de índole político-social, además de las que tienen que ver con cuestiones financieras o regulatorias.
Según Royón, las ventajas de Argentina residen en que tiene una posición geopolítica donde no hay conflictos, es un país democrático y las provincias tienen licencia social. “Soy muy optimista sobre la oportunidad de las provincias mineras para llevar adelante nuevos y grandes proyectos”, completó Flavia Royón en San Juan.