Los datos oficiales confirman el golpe al bolsillo que experimentaron los argentinos en enero. Si bien recién el miércoles 14 de febrero se conocerá el dato de inflación nacional del primer mes completo de Javier Milei en el Gobierno, las cifras de la ciudad de Buenos Aires registraron un incremento del costo de vida del 21,7%, con subas por encima del promedio en rubros sensibles como alimentos y bebidas, transporte y salud.
Los números se desprenden del informe mensual de la Dirección General de Estadística y Censos porteña, que marcó que la inflación acumulada en los últimos 12 meses trepó al 238,5%.
El segmento alimentos, el de mayor peso dentro de la canasta de consumo familiar, registró una suba del 25,4% (y explicó 5,12 puntos porcentuales de la inflación del mes). Así, acumula en 12 meses una suba del 303,1%. En otras palabras, el precio de alimentos y bebidas en la ciudad de Buenos Aires se cuadruplicó en el lapso de un año.
“Al interior de la división, los principales impulsos provinieron de Pan y cereales (27,9%), Leche, productos lácteos y huevos (28,1%) y Carnes y derivados (17,2%)”, explica el informe del ente estadístico porteño.
Otro de los rubros con ajuste significativo fue el Transporte, que en promedio registró un alza del 33,7% en enero (248,5% en 12 meses). En este segmento, impactó fundamentalmente la suba en el precio de los combustibles y lubricantes (rondó el 27% en promedio) y el del transporte público (colectivos, trenes y subte) y los pasajes aéreos.
Otro de los rubros con fuerte ajuste en el mes fue el de Salud, que tuvo en promedio una suba del 30,3% (226% en el año). Allí se percibió el impacto del DNU desregulador emitido por el Gobierno, que entre otras disposiciones habilitó aumentos en los planes de la medicina prepaga. Las empresas del sector aplicaron ajustes del orden del 40% en sus programas en el mes, una decisión que se sumó al incremento en el precio de los medicamentos y los productos medicinales (19,1% en el mes, 320,7% en la medición interanual).
La dinámica inflacionaria de enero profundizó la caída del poder adquisitivo de los salarios, que se desplomaron en diciembre. En el último mes de 2023, la inflación nacional fue del 25,5% (en la Ciudad dio 21,1%) mientras que los salarios se incrementaron un 8,3% en términos nominales (según el Ripte), lo cual arroja una caída mensual real del 13,7%. Fue, según el análisis de la consultora 1816, el mayor descenso para toda la serie, que comenzó en 1994, que se profundizó en enero, en virtud del sostenido incremento en el costo de vida.
Otros rubros que subieron por encima del promedio fueron Cuidado personal, protección social y otros productos (35,7% en enero, 266,3% interanual), Recreación y cultura (30,5% mensual, 247,7% interanual), Restaurantes y hoteles (24,1% y 243,1% en 12 meses) y Seguros y servicios financieros (24,2% mensual, 219,3% interanual).
En cambio, hubo otras categorías que crecieron por debajo del promedio y profundizaron en el mes su “atraso”. Es el caso del segmento de vivienda y servicios públicos (que incluye rubros como la luz, el gas y el agua), que en promedio en enero en la ciudad tuvo un alza del 10%. En esta categoría, impactaron casi exclusivamente el encarecimiento en mantenimiento y reparación de la vivienda (subió 23,1%) y el costo del alquiler (11,4% en el mes, según el ente estadístico porteño), mientras las tarifas de servicios públicos siguieron congeladas, mientras se realizaron en el mes las audiencias públicas a los ajustes, que comenzarán a aplicarse en febrero y marzo.
La ropa y la educación, dos rubros cuya estacionalidad los ubica entre los que habitualmente menos subas tienen en enero, registraron alzas del 10,6% y 1,5% en el mes, respectivamente. Ambas categorías, no obstante, tendrán mayores variaciones en marzo, en momentos de cambio de temporada e inicio de clases.
En las mediciones de la DGEyC porteña, los bienes tuvieron subas del 24,2%, mientras que los servicios aumentaron en el mes un 19,6%. En el acumulado de 12 meses, registran variaciones del 286,9% y del 204,9%, respectivamente.
A su vez, los precios estacionales se incrementaron un 34,5%, mientras que los regulados se encarecieron un 22,3%. Así, la inflación núcleo, que excluye las dos categorías anteriores y es usada por economistas como un estimador más preciso de la dinámica de los precios, fue del 19,7% en el mes.