Los trabajadores de la UOCRA que participan de la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic anunciaron un paro total de actividades ante la indefinición sobre el futuro de la obra. En los hechos, no hay actividad desde noviembre del año pasado, pero la medida de fuerza se venía postergando porque estaba vigente un proceso preventivo de crisis que vence ahora. Una vez fracasada la última audiencia que se llevó adelante el lunes en el Ministerio de Trabajo la UOCRA dio inicio al paro porque temen por la continuidad laboral de 3000 puestos de trabajo, entre empleos directos e indirectos.
“Al no tener ninguna definición sobre la continuidad o no de la obra, a partir de este momento, comenzamos un paro total de actividades y manifestación en el ingreso y egreso de la obra, no ingresará ni egresará nadie hasta que tengamos algún tipo de certeza”, aseguró la UOCRA en el comunicado difundido este mismo lunes.
En la última audiencia participaron representantes del gremio, de la UTE que integran Gezhouba y Eling Energía (ex Electroingeniería) y de Enarsa, responsable de la obra en representación del Estado nacional. El factor desencadenante que llevó al fracaso de las negociaciones fue la falta de acuerdo entre la UTE y Enarsa sobre quien se tiene que hacer cargo del costo que supone movilizar a todos los trabajadores de nuevo hacia la obra.
“Como comitente de la obra, Enarsa ha remitido una orden de Servicio intimando a retomar tareas, habida cuenta del tiempo transcurrido desde que la contratista paralizara las obras en el mes de noviembre de 2023. No existen motivos para que no se retomen tareas. Asimismo, se ha intimado a la contratista a que presente un programa de trabajos de cumplimiento realista y confiable, con cronograma de obras y desembolsos con curvas de cumplimiento cierto. Al día de la fecha ello no ha ocurrido y la contratista manifestó que lo hará recién el 4 de marzo”, aseguraron fuentes de Enarsa.
Fuentes del gobierno nacional dejaron trascender que Eling Energía está tratando de encontrar la forma para salirse del proyecto. “Si quisieran darle continuidad, hubieran hecho todo lo posible para movilizar a los trabajadores hacia la obra y de ese modo incrementar la presión”, remarcan.
La UTE reafirma su interés en la obra
“Estamos lejos de perder el interés en el proyecto. Como empresa e integrante de la UTE estamos trabajando para normalizar la situación de la obra y continuar con las tareas. En 2018 también hubo rumores referidos a que queríamos vender nuestra participación y acá estamos, con la misma participación que en el contrato inicial”, respondieron a este medio fuentes de Eling Energía.
La obra estuvo parada unos dos años al inicio del gobierno de Mauricio Macri y la UTE mantuvo entonces la estructura y no despidió a nadie. Entre agosto de 2022 y febrero de 2023 también hubo algunas demoras por falta de financiamiento y se mantuvieron las fuentes de trabajo. Ahora, en cambio, se está evaluando achicar la estructura de costos, lo que podría derivar en miles de despidos. La UTE tiene 2600 empleados y luego hay otros 400 empleos indirectos que se verían afectados. Desde la empresa, negaron a EconoJournal haber comenzado este martes con el envío de telegramas.
Desembolso pendiente
Más allá de las cuestiones contractuales que la UTE está conversando con Enarsa, el problema de fondo es que no hay dinero disponible del crédito chino y, a diferencia de ocasiones anteriores, el Estado Nacional no tiene previsto girar ningún recurso para luego cobrarlo cuando llegue el séptimo desembolso del crédito.
El grado de avance de la obra es de 42% en el caso de la represa Jorge Cepernic y 20% en la represa Néstor Kirchner. Hasta el momento, se ejecutaron 1850 millones de dólares del crédito chino y el próximo desembolso previsto es de 500 millones. Sin embargo, fuentes cercanas al proyecto aseguraron que el Ministerio de Economía que conduce Luis Caputo ni siquiera solicitó el desembolso de ese séptimo tramo, pese a que las adendas al contrato financiero ya se firmaron en 2023.