La crisis cambiaria que golpea a la economía lleva a muchos más argentinos a perder su confianza en la moneda local y elegir al dólar como refugio. Sin embargo, esa desconfianza no se trasladó al sistema bancario, que registra un crecimiento de más del 5% del total de depósitos en dólares desde fines de abril, cuando se disparó la salida de la divisa local.
El dólar, por su lado, sigue sin encontrar techo por la 6° jornada consecutiva: subió 50 centavos y superó los $ 32 por primera vez.
Pero los registros oficiales del Banco Central marcan que desde el último día de abril -el principio de las ondas devaluatorias- hasta el 17 de agosto -último dato disponible-, el volumen de dólares depositados en los bancos locales creció de US$ 30.406 millones a US$ 32.091 millones. A mitad de camino, el 28 de mayo, se tocó un mínimo (US$29.254 millones, 3% menos que a fines de abril) que luego se revirtió.
«Atravesamos un problema de balanza de pagos, que implicó una pérdida de valor de los activos locales y un proceso de dolarización de las carteras, pero la parte positiva es que no hubo salida del sistema. Los ahorristas demandaron activos externos (dólares), pero no le corrieron al sistema financiero», explica Gabriel Caamaño, economista jefe de Consultora Ledesma.
La situación, entonces, no es la de fines de 2001, cuando regía la convertibilidad. Pero la suba constante del dólar está afectando los nervios de los argentinos.