Este lunes AgendAR escribió de la apuesta a Vaca Muerta, que en inversión en infraestructura ya es otra YPF
Ayer confirmaron ese análisis. El presidente Mauricio Macri recorrió la Planta Central de Procesamiento de Gas de la empresa Tecpetrol, del Grupo Techint, la empresa más grande y una de las compañías que quedaron involucradas en la causa de los «cuadernos de Centeno». (Uno de sus directivos se declaró arrepentido en el expediente que lleva adelante el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli).
Macri se mostró junto a su titular, Paolo Rocca, y aseguró que pese a «las tormentas que seguimos afrontando», el desarrollo del yacimiento de Vaca Muerta continuará y permitirá exportar «30 mil millones de dólares en gas y petróleo», con lo que se generará «medio millón de puestos de trabajo».
Por su parte, el titular de YPF, Miguel Gutiérrez señaló que la empresa tiene “un tercio del anclaje” del yacimiento que le permite producir unos 97 mil barriles, pero “creemos que podemos cuadruplicar la producción de shale oil (el petróleo que «empapa» las rocas de esquisto)”.
Queda claro -por si hubiesen dudas- que la economía argentina que Macri y sus principales funcionarios envisionan está apoyada en las exportaciones agropecuarias de la Pampa Húmeda y en la futura producción de Vaca Muerta. Más allá de las acusaciones de primarización de la economía -esos dos rubros no pueden dar por sí empleos suficientes para la población argentina- la inquietud inmediata es otra: Como lo muestran la situación financiera y la escalada del dólar, ni los grandes inversores, ni los especuladores, están depositando su confianza en estas expectativas.