El PAMI, la obra social de los jubilados y pensionados, está en medio de una ardua negociación con laboratorios y farmacias por la renovación del convenio que permite al organismo proveer medicamentos –gratuitos o con descuento– a sus más de 5,5 millones de afiliados. El acuerdo vence el 31 de este mes.
Los laboratorios, a través de las tres cámaras que los representan según sean nacionales, cooperativos o extranjeros, están señalando el fuerte crecimiento de la cantidad de medicamentos gratuitos entregados por el PAMI, que pasó de unos 3 millones de unidades en 2018 a 12 millones de unidades en la actualidad, lo que significan más del 75% del total de los medicamentos consumidos por los jubilados en el total del convenio.
“Se están estudiando distintos escenarios; sobre todo se está señalando un consumo excesivo de productos que dan gratis desde el año pasado, algo que se exacerbó en la época de las elecciones”, explicaron en una de las cámaras.
El expresidente Alberto Fernández y Volnovich anunciaron, en febrero de 2020, la implementación del programa “Vivir Mejor”, un vademécum de 170 medicamentos esenciales gratuitos del PAMI como parte de una promesa de campaña en las elecciones de 2019. El objetivo principal, de acuerdo con la resolución que lo puso en marcha, era dar cobertura al 100% de los medicamentos esenciales definidos en el listado con el fin de garantizar el tratamiento de las personas mayores afiliadas al instituto. Luego, con la llegada de la pandemia de coronavirus y las sucesivas elecciones, las cantidades expendidas fueron siempre en aumento. En la actualidad, por razones sociales, el PAMI brinda una cobertura del 100% de los medicamentos ambulatorios (4 prescripciones) para los afiliados que no puedan pagarlos con el descuento habitual, aunque con una serie de requisitos de ingresos y patrimoniales. De no cumplirlos, si la persona gasta más del 5% de sus ingresos en medicamentos puede solicitar una excepción.
Consultados sobre la posibilidad de que se limite o acote el acceso a a los medicamentos gratuitos, en el PAMI afirmaron: “hoy estamos remarcando que el programa de medicamentos gratuitos sigue activo, que la dirección ejecutiva está comprometida con su continuidad”.
“Como cada año, el convenio está en proceso de negociación con la industria para asegurar una cobertura de calidad para todos los afiliados y gestionar de manera eficiente los recursos del instituto”, agregaron.
Las fuentes oficiales subrayaron: “Queremos llevarle tranquilidad a nuestros afiliados de que van a poder continuar con todos sus tratamientos y que no van a perder sus medicamentos gratis. Cualquier información adicional podría entorpecer las negociaciones y queremos evitarlo”.
No obstante, la consigna que el gobierno de Milei enarbola constantemente -“no hay plata”– llegó al PAMI y, pese a la promesa de continuidad del programa de remedios gratuitos, se están realizando auditorías internas que probablemente derivarán en un control mayor y en algunas restricciones de acceso para evitar abusos y fraudes, un camino que en su momento también siguió el gobierno de Mauricio Macri en 2016, imponiendo restricciones de acceso que más tarde incluso se ampliaron, lo que generó encontronazos con el kirchnerismo, que acusó al macrismo de dejar a los jubilados sin medicamentos.
“En PAMI no hay plata; estamos en una situación crítica. Desde hace muchos meses se está gastando más plata de la que ingresa. Durante el 2023, hubo déficit en 7 de los 12 meses del año. En el último trimestre este fue de 200.000 millones de pesos. Estamos tomando medidas de manera inmediata porque si no, la situación económica del instituto va a empeorar drásticamente. Comenzamos una serie de relevamientos e identificamos un uso discrecional sostenido en el tiempo de la plata de los jubilados”, dijeron fuentes del organismo.
“Precio PAMI”, otro reclamo
El otro planteo del grueso de la industria farmacéutica fue, según fuentes del sector privado, la eliminación del llamado Precio PAMI para poder sostener el convenio actual. Este fue creado en 2018 y consideraba una reducción del 5% del precio de lista de los medicamentos cubiertos por el instituto en beneficio de sus afiliados, es decir, un precio especial inferior al del resto de los afiliados de la seguridad social.
Según fuentes de los laboratorios nacionales, la inflación profundizó la brecha entre ambos precios hasta el punto en que, en diciembre de 2023, el descuento comercial de la industria superó el 50%.
“Todo ello determina que la ecuación económica del convenio sea insostenible tanto para los laboratorios como para las farmacias, ya que para los primeros implica que una gran cantidad de sus medicamentos sean entregados por debajo de los costos operativos y para las farmacias la pérdida de más del 80% de su rentabilidad”, agregaron.
José Luis Brea