Las reuniones celebradas en marzo apuntan a una relación más estrecha entre Brasil y la India, dos países que, dentro de la geopolítica mundial, tienen mucho para beneficiarse de la cooperación estratégica, desde el sector agrícola hasta el aeroespacial y nuclear.
Para empezar, los días 14 y 15 de marzo, la India acogió en Nueva Delhi una reunión 2+2 que reunió a equipos del Ministerio de Exteriores y del Ministerio de Defensa de ambos países.
Por la parte brasileña estuvieron Marcelo Cámara, director del departamento de Asuntos Estratégicos, Defensa y Desarme del Ministerio de Exteriores, el contralmirante de la Marina Luca Marques de Oliveira y el general de brigada del Ejército Marcelo Rocha Lima, entre otras autoridades.
El 25 de marzo, el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, el ministro de Defensa, José Múcio, y el ministro de Economía, Fernando Haddad, se reunieron con el empresario Natarajan Chandrasekaran, presidente del consejo de administración de la empresa Tata Sons, el holding de inversiones al que pertenece el mayor conglomerado indio, Tata.
En conjunto, las empresas del conglomerado tienen un valor de mercado de más de 400.000 millones de dólares y están presentes en 150 países, en áreas que van desde la infraestructura eléctrica, pasando por la hostelería, las telecomunicaciones, la industria aeroespacial y hasta la siderurgia.
El megaempresario, invitado al país por la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (APEX), también visitará las instalaciones de Embraer y asistirá a un evento organizado por la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp).
La India y Brasil: países en una situación similar
Ambos países formarían parte de la llamada corriente meridionalista, pensamiento geopolítico desarrollado por André Marin, señaló el profesor del Instituto de Geografía de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ), Vitor de Pieri. «Son países que tienen perspectivas similares sobre el mundo, fuera del eje de conflicto entre Occidente, Rusia y China», afirmó.
En este sentido, ambos forman parte del G4, «un grupo informal, junto con Alemania y Japón, para reformar el Consejo de Seguridad de la ONU», agregó el doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) y la Universidad Católica de Lovaina, Joao Paulo Nicolini.
Brasilia y Nueva Delhi siguen manteniendo una política exterior independiente, «lo que a Celso Amorim [un alto funcionario brasileño] le gusta llamar una política exterior activa y altiva, que da prioridad a la diversificación de las asociaciones, especialmente con el sur global. Hoy, el PIB de los BRICS ampliado ya es superior al del G7″, destacó de Pieri.
Asociaciones entre Brasil y la India
El acercamiento entre Brasil y la India comenzó durante la presidencia de Fernando Henrique Cardoso, pero fue durante la era Lula cuando se produjo una mayor convergencia entre ambas naciones, en gran parte debido a la formación de los entonces BRIC (sin la inclusión, por tanto, de Sudáfrica), subrayó Nicolino.
Desde 2003 se han celebrado acuerdos y memorandos en diversos ámbitos estratégicos, que van desde la cooperación en materia penal, el desarrollo y uso pacífico de la energía nuclear, la aviación civil y el desarrollo agrícola.
A pesar de las diferencias en el seno de la Organización Mundial del Comercio, debido a su sector agrícola «proteccionista» mientras que Brasil es un país exportador, los dos países consiguen trabajar juntos en el desarrollo de «mejoras genéticas en razas de cebú y leguminosas» a través de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), explicó Nicolino.
Nueva Delhi y Brasilia cooperan estrechamente en el sector de la sanidad, señaló el politólogo. Junto con Sudáfrica, ambas naciones «se enfrentaron a las grandes empresas respaldadas por las potencias occidentales y consiguieron romper la patente del cóctel del sida y abaratar el tratamiento».
La India puede contribuir al desarrollo de submarinos
En materia de Defensa, la India es «bastante pragmática», subrayó el investigador del Grupo de Estudios de Defensa y Seguridad Internacional de la Universidad Estatal Paulista (Unesp) y del Programa de Postgrado en Acciones Estratégicas Transversales de la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE), José Augusto Zague.
En su inventario de aviones de combate hay aparatos de los tres países, agregó el experto.
Brasil y la India tienen experiencia complementaria en la producción y desarrollo de armamento. Por ello, la reunión 2+2, que se centra en la cooperación en estas áreas, y dado que la Estrategia Nacional de Defensa de Brasil da prioridad a la transferencia de tecnologías, la oportunidad de asociación es «muy prometedora», opina Zague.
«Este es el caso de las ventas de Embraer a la India», afirmó. La empresa brasileña de aviación ya ha vendido tres unidades de un avión de alerta temprana para uso militar, construidas sobre la plataforma del Embraer 145, y negocia ahora la venta de seis más.
«Y Brasil está interesado en adquirir obuses y misiles de la India, tecnologías de las que el país siempre ha sido deficitario», señaló el experto.
El Estado del sur asiático «dispone de tecnología militar muy avanzada en diversos sectores» y está a la vanguardia, por ejemplo, en la producción de cohetes y satélites, con un programa espacial «muy avanzado», afirmó Zague.
La India cuenta con su propio submarino nuclear
Uno de los puntos tratados en la reunión 2+2 fue el apoyo de la India al Programa de Desarrollo de Submarinos (Prosub) de la Marina brasileña. Es uno de los pocos países que ha conseguido desarrollar sus propios submarinos nucleares, el Arihant y el Arighat.
Nueva Delhi domina todas las fases de desarrollo del submarino y podría ser un socio potencial, pero es más probable que esta experiencia se utilice «para otros proyectos en el futuro», indicó Zague.
Sin embargo, los analistas creen que es posible que la colaboración con la India en proyectos de submarinos nucleares será «tímida», ya que Francia es el principal socio de Brasil en este ámbito.
De acuerdo con la Marina brasileña, la colaboración afecta a submarinos convencionales de propulsión diésel, y «se refiere a los procesos de construcción, operación, mantenimiento y apoyo logístico integrado».
El país del sur asiático se convertirá en un socio importante en el mantenimiento de los submarinos. «La India ofrecería revisiones a bajo coste, mucho más bajo», afirmó Nicolino.
El experto subrayó, sin embargo, que existe un gran potencial de colaboración entre los países en el ámbito nuclear. «Los dos países tienen las mayores reservas de torio del mundo», señaló. El torio es un mineral ligeramente radiactivo que compite con el uranio en la generación de energía nuclear.
Encontrado en «regiones de rocas de monacita como Guarapari, Cumuruxatiba, Prado… en el sur de Bahía», el torio se sintetiza en uranio 233 y se utiliza para generar energía nuclear.
La India es la gran potencia en la investigación del torio, que es más eficiente y limpio que su rival pero fue abandonado por países occidentales, subrayó Nicolino. De este modo, las asociaciones y los intercambios de investigación pueden impulsar el potencial nuclear de Brasil.
La asociación con la India crea un nuevo escenario mundial
En resumen, una asociación con la India es «fundamental» para la base industrial de defensa de Brasil. No solo el país del sur de Asia tiene un gran presupuesto de defensa y ambas industrias son compatibles entre sí, sino que una asociación exitosa entre los dos países cambiaría radicalmente el actual escenario armamentístico, opina Zague.
Con el conflicto de Ucrania, está quedando claro que «este modelo de difusión de tecnología militar globalizada, concentrada en grandes conglomerados, repartida por muchos países y cadenas de suministro pulverizadas, no está dando la respuesta que Occidente imaginaba posible«, explicó.
Rusia, un ejemplo de autosuficiencia, está consiguiendo «reponer sus existencias de armas». «El país es autónomo, no participa en este modelo globalizado de fusión de tecnología militar. Produce prácticamente todos sus sistemas de armas de forma autónoma», señaló el experto.
La búsqueda de la autosuficiencia, un modelo militar que también siguen China, Brasil y la India, puede crear un «nuevo escenario para este sistema de producción mundial», concluyó Zague.