Ayer se conocieron los datos de empleo de junio difundidos por el Ministerio de Trabajo, que mostraron una reducción en 21.000 puestos de la cantidad de asalariados registrados en relación a mayo. Se trata de una cifra que en términos desestacionalizados no se veía desde enero de 2016.
En la comparación anual, en cambio, el trabajo formal sigue reflejando cierta estabilidad, ya que en junio registró un crecimiento del 1,1%. Eso representa un incremento de 133.000 empleados respecto del mismo mes del año pasado.
Pero los datos anuales también muestran un cambio en los últimos 9 meses, en los que se desaceleró sin pausa el volumen de trabajadores inscriptos en la seguridad social, desde los 272.000 que había en octubre del 2017.
Los números elaborados a partir del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) de AFIP fueron presentados por el Director General de Estadística de la cartera laboral. En una jornada en la que la CGT anunció un paro general para el 25 de septiembre en rechazo a las medidas de ajuste y en la que se conocieron 200 despidos por el cierre de Walmart en el Shopping DOT y la venta de 12 sucursales al supermercado DIA.
En ese contexto, el funcionario vinculó las dificultades en el mercado laboral con el impacto en el primer semestre de la sequía en el campo, el freno de la obra pública y las tasas de interés, luego de que la semana pasada se conociera un retroceso del 6,7% de la economía. “Hay un amesetamiento desde noviembre en la generación de asalariados privados, pero el empleo resiste a las turbulencias económicas”.
El deterioro del empleo, sin embargo, se notó en todas las modalidades de ocupación registrada. Así de un total de 12,2 millones de trabajadores, el sector privado se redujo en relación a mayo en 6.000, el sector público en 5.000 y los beneficiarios de planes sociales en 9.000. En el rubro privado, la peor baja mensual se dio en las empresas, donde los asalariados disminuyeron en 13.000, mientras las empleadas de casas particulares crecieron en 3.000.