Si el presidente Javier Milei pensó alguna vez que en 2024 podría contar con una voluminosa oferta de agrodivisas (como los 40.000 millones de dólares que ingresaron al país en 2022, durante la gestión de Alberto Fernández), que le permitieran encarrilar más rápidamente la economía, pues ya se puede ir olvidando. La oferta de dólares por la exportación de granos y subproductos no será mala, pero ya se ubicaría por debajo de los 30.000 millones, debido a diferentes contingencias que soportaron los productores esta campaña.
Lo definió un informe publicado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que da cuenta de que “luego de la histórica sequía sufrida durante la campaña anterior, el retorno de las lluvias hacia finales del año pasado hacía prever una fuerte recuperación en la producción de granos para el ciclo 2023/24”. Hasta que… Pasaron cosas.
En especial la irrupción de la plaga conocida como chicharrita sobre el maíz sembrado en la zona núcleo, particularmente los tardíos, que ya provocó un recorte de la estimación de ese cultivo (el que más volumen aporta a la cosecha) a solo 50,5 millones de toneladas, un 11% menos que lo estimado hace un mes por la propia BCR. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, por su lado, ya calcula una reducción de la cosecha a 49,5 millones de toneladas.
Entonces, según la Bolsa de Rosario, “si bien hace un mes se preveía que la producción total de granos alcance 137,6 millones de toneladas para el nuevo ciclo y se erija como la campaña de segunda mayor producción, con este recorte en la estimación maicera el volumen total cae a 131,1 millones de toneladas, quedando así por debajo incluso de otros guarismos anteriores”.
Pero el recorte de la cosecha total pronosticado por la Bolsa no es la única mala noticia para el gobierno de Milei, ya que “a este panorama de menor producción se le suma la caída en los precios internacionales de los principales productos de exportación del agro argentino, que desde principios de este año siguen un derrotero bajista y hacen mella en las proyecciones de exportación para el año que corre”.
En al análisis se consideraron los cinco principales complejos del agro (soja, maíz, trigo, girasol y cebada). La triste noticia es que la proyección de exportaciones para el 2024 perfora el piso de 30.000 millones de dólares con el que se manejaban las autoridades. De hecho, en el verano en los despachos oficiales se hablaba de unos 34.000 millones de aportes del agro.
Ahora, con las malas noticias, la proyección de exportaciones agrícolas de la BCR se ubica en 29.300 millones de dólares. “Si bien esto implica una recuperación de 5.700 millones, el valor de lo exportado por estos productos quedaría 1.700 millones de dólares por debajo del promedio del último lustro”, se precisó en el informe.
De todos modos, todos los números son positivos en 2024 respecto del fatídico 2023, cuando la sequía destrozó la producción de granos y las exportaciones del sector cayeron hasta 23.628 millones de dólares, unos 6.000 millones por debajo de las divisas que se proyectan ahora.