«Si no cuidamos la industria, vamos a sufrir»
Con ESE llamado de José Urtubey a cuidar las cadenas productivas, en sintonía con lo que ocurre en el mundo, un CEO reivindicando al sindicato, un secretario general hablando de competitividad y un intendente abriendo mercados para sus empresas, concluyó la feria IndustrializAR 2024 que se desarrolló en el Parque Industrial Pilar. La enumeración de rarezas ofrece un atisbo de la gravedad de la situación.
Uno de los momentos más esperados y destacados del evento era la mesa que reunió a los titulares de Toyota Argentina, Daniel Herrero, y del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina (Smata), Ricardo Pignarelli, ambos integrantes de la cadena de valor de uno de los sectores más duramente golpeados por el plan económico de Javier Milei. Allí, tanto el CEO como el dirigente sindical manifestaron una serie de coincidencias.
«Los argentinos tenemos que tener un gobierno y una oposición coherente, tenemos que hacer un esfuerzo entre todos porque la Argentina se lo merece», planteó Pignarelli, en una especie de llamado al sentido común.
«Los acuerdos que realizamos para generar más trabajo hoy corren peligro, la industria automotriz tiene grandes avances en tecnología y logramos la confianza, pero tenemos que ponernos de acuerdo en los puntos que nos permitan fortalecer nuestro desarrollo económico», concluyó, en una referencia a la Ley Bases, y a sus posibles consecuencias.
A su turno, el CEO de Toyota reivindicó el rol del sindicato, en tanto aliado para preservar el empleo y aumentar la productividad, en un discurso contrario al actualmente dominante entre sus pares. “Creemos que los sindicatos deben ser parte de la empresa, porque ayudan a su crecimiento, con su ayuda logramos tener la productividad y el presentismo al máximo”, afirmó en Pilar.
«Buscamos que las partes de los vehículos se hagan en la Argentina, porque aumenta la competitividad de la planta, hoy una Hilux se hace en 86 segundos y eso no requirió de ninguna reforma laboral», ejemplificó.
Ocurre que, también en estos días, la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) dio a conocer un informe sectorial que da cuenta de que en junio se fabricaron 32.029 automóviles, que implica una caída de 16,7 por ciento intermensual, pero la caída aumenta a 40,2 cuando la comparación es interanual: en junio 2023 se fabricaron 53.522 unidades.
Si la comparación se realiza en términos semestrales,se observa que en los primeros seis meses de 2024 se produjeron 216.736 vehículos, contra 295.777 unidades del primer semestre de 2023: un retroceso del 26,7 por ciento. La caída en la producción se explica por la caída en las ventas, ya que en el primer semestre se colocaron 126.839 unidades, cuando en el mismo período de 2023 se habían vendido 152.044.
Ese contexto descubre que la recesión comienza a afectar al empleo en el sector. Desde marzo, Toyota tiene abierto un plan de retiros voluntarios. Las restantes terminales, Renault, Fiat, General Motors, Mercedes Benz y Volkswagen, comenzaron por adelantar vacaciones y ahora acumulan suspensiones de turnos, con pagos parciales de salarios, para evitar sobre stockearse, con autos que no tendrán salida a corto plazo.
La preocupación compartida es por la duración de la crisis. Si se prolonga, en algún momento las automotrices pasarán de las suspensiones a los despidos, aunque ello implique perder trabajadores calificados , formados a lo largo de años de experiencia, y un conflicto con uno de los sindicatos industriales más dinámicos y organizados del país.
El freno de mano
Los empresarios todavía evitan hablar abiertamente de la crítica situación, para no ser destinatarios de la furia oficial. El primero en romper el silencio fue, hace unos diez días, el titular de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss.
Hace diez días, le dijo al ministro Luis Caputo, a quién tenía a pocos metros de distancia, que “el año está perdido” y le recriminó por “un ajuste nunca visto en la obra pública». Este sábado, reiteró la advertencia y pidió un cambio de rumbo económico al afirmar que “se necesita otro plan”.
A modo de ejemplo, el freno de mano que el gobierno aplicó a la obra pública golpeó a dos grandes proveedores de ese sector, con plantas radicadas en Pilar: la empresa de grifería FV y la de sanitarios Ferrum, ambas del mismo grupo.
El dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Urtubey, que compartió panel con Pignarelli y Herrero, afirmó que «el gobierno nacional hoy cree que los motores de la economía son hidrocarburos, refinerías, tecnología, agroindustria extensiva y turismo. Pero no son suficientes para incluir a 46 millones de argentinos, eso sólo incluye a 20, menos de la mitad”.
Y concluyó: «Todos los países hoy están cuidando sus cadenas productivas. El desafío es cómo el país se va a insertar en el mundo. Lo hacen en Estados Unidos, Brasil, China, los países de Europa. Si no se entiende esto, vamos a sufrir mucho«.
Presente en Pilar junto al ministro Augusto Costa, el gobernador Axel Kicillof aseguró que “mientras algunos piensan que la industria nacional es un error, un desvío, nosotros estamos aquí para protegerla: frente a un Gobierno nacional que quiere destruir el entramado productivo, estamos obligados a defender la producción y el empleo”.
Además, añadió: “Nos costó mucho esfuerzo construir nuestra industria y no podemos retroceder: esto no implica decir que está todo perfecto y desconocer los problemas, sino trabajar en más y mejores políticas públicas que la fortalezcan y le den mayor competitividad”.
En ese sentido, el gobernador señaló: “Hago un llamamiento a ponernos de acuerdo en una política que no está escrita en el Pacto de Mayo: cuidar lo nuestro para defender la industria y el trabajo”. “En ese documento no se hace ninguna mención a fomentar la producción y mejorar las condiciones de vida de los trabajadores: nosotros no vamos a firmar algo que no representa el mandato que nos dio nuestro pueblo”, expresó.
BRICS
Tres de los cinco países fundadores de los BRICS, China, India y Brasil estuvieron presentes a través de sus agregados comerciales y su embajador para analizar los desafíos en la inserción internacional de la industria nacional en el mundo.
El dato cobra máxima relevancia, en una etapa en que la cancillería argentina parece haber abandonado la misión de abrir mercados para los productos y servicios de factura nacional y son los gobiernos subnacionales los que lo intentan, a pesar de no ser formalmente competencia propia. A modo de ejemplo, ya se reunieron con el embajador Chino en Argentina los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof; de La Pampa, Sergio Ziliotto; y de La Rioja, Ricardo Quintela.
En IndustrializAR, el embajador de la India, Dinesh Bhatia; el consejero comercial de la Embajada de Brasil, Leonardo Valverde, y el consejero económico y comercial de China, An Guangui, debatieron sobre los desafíos de la industria argentina, su capacidad de inserción en nuevos mercados y las formas en las que se pueden complementar y generar mayor desarrollo.
Al respecto, el intendente pilarense y anfitrión, Federico Achaval, expresó que «son tres países que consideramos mercados estratégicos y fundamentales para el crecimiento de la producción nacional. En especial por la complementariedad de sus economías y las potencialidades que tiene nuestra industria», agregó.
Marcial Amiel