El cierre de Talleres Belgrano, una empresa emblemática

La histórica empresa Talleres Belgrano de Chivilcoy cerró sus puertas el viernes pasado, luego de intentarlo todo. La baja demanda y la apertura de las importaciones obligaron a la nieta del fundador, Florencia Matsztalerz, quien se desempeñaba hace seis años como gerenta general, a cerrar la empresa y darle la noticia a los trabajadores.

Fundada en 1946, había cumplido 78 años, tenía su sede en el parque industrial de Chivilcoy. Se especializaba en el diseño y fabricación de “equipos de transporte a granel, máquinas y componentes para plantas de proceso de la agroindustria y la industria alimenticia, fundamentalmente en los sectores de alimentos balanceados, molinos de harina y aceites comestibles. Destinamos gran parte de nuestra infraestructura a desarrollar proyectos técnicos que permitan el agregado de valor en origen, como la extrusión y el prensado de semillas oleaginosas para la elaboración de alimentos balanceados, aceites comestibles o biodiesel”. Su listado de clientes tenía a grandes empresas, especialmente de la agroindustria.

Florencia Masztalerz integra la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) y fue premiada por su pasión y trabajo varias veces. No dudó en ponerse al frente de la empresa que hasta su llegada manejaban sus padres José María y Graciela. Sobre el cierre: “No son decisiones que se toman de un día para el otro. Es muy difícil dejar de lado lo emocional, en las pymes hay mucho esfuerzo propio y familiar, de querer que las cosas salgan bien, apostar y esperar a que ciertas cosas mejoren, el poder hacer, y la verdad es que venimos desde hace ya bastante tiempo; porque el año pasado el trabajo comenzó a caer bastante, y en el mes de junio se frenó la actividad”, señaló en un reportaje a La Razón de Chivilcoy.

La historia del cierre de Talleres Belgrano

Sobre las razones que dieron origen al cierre señaló: “Se fue frenando el consumo, y las empresas internacionales y nacionales de gran envergadura que son clientes nuestros, empezaron a reducir drásticamente la compra e incluso el mantenimiento de los equipos que desarrollamos, y desde junio del año pasado hasta finales del mismo, el trabajo que había fue insuficiente para reactivar. Ya con el paso de las elecciones, con la visión de la nueva gestión, y el paso ya de la mitad del año, no se vislumbró la ansiada reactivación, por lo que la perspectiva no era alentadora”.

La apertura de importaciones fue crucial, para la empresa de Chivilcoy. “La mayoría de los presupuestos y proyectos eran para analizar, muchas empresas lo hacían en simultáneo con firmas brasileras, y cuando se abre el juego así, es muy complicado, porque la inversión que nos demanda a nosotros en el marco de proyectos a medida y personalizados, no es la misma; porque siempre se buscó dar lo mejor. Nos pasó de clientes de muchos años que han buscado alternativas brasileras y hemos visto cotizaciones en las que la calidad no es la misma y el precio final del equipo significaba lo que nosotros teníamos solamente de costo”, contó la presidenta de Talleres Belgrano a La Razón.

Trabajo conjunto de empresa y sindicato 

Para evitar el cierre hizo un trabajo conjunto con la Unión Obrera Metalúrgica para preservar las fuentes de trabajo. En febrero y marzo redujo la jornada laboral de sus 19 trabajadores, pero no alcanzó. A fines de marzo comenzó la reducción de personal, en julio sólo quedaban 11 empleados.  Pero no pudieron encontrar el equilibrio, con costos que no dejaban de subir.

La difícil decisión de cerrar la tomó el viernes, cuando tuvo que comunicárselo a los trabajadores. Fue tal el impacto, que en su página web aún continúan la foto de cada uno de los trabajadores del plantel completo, que en ese entonces sumaba 22 con la presidenta.

“Viendo la apertura que se plantea como política, se ve que este contexto tiene para largo, y en este momento, nosotros no podemos hacer frente a este escenario, si dejábamos pasar cuatro meses más, seguramente no tendríamos la posibilidad de hacer frente a las indemnizaciones completas de todos los trabajadores”, dijo Florencia Masztalerz, al medio de Chivilcoy y reconoció que espera que el contexto cambie algún día.”La idea es mantener la maquinaria en caso que se pueda reactivar la producción en algún momento”.

La empresa no presentó quiebra, pagará las indemnizaciones

Talleres Belgrano no presentó quiebra, abonará todas las indemnizaciones a los trabajadores. Por eso Maximiliano Moro, Secretario General de la UOM en Chivilcoy reconoció “quiero destacar el trabajo de Florencia Masztalerz porque, más allá del cierre, ha trabajado y gestionado continuamente junto con nosotros y el Secretariado Nacional para revertir la situación”. Una triste noticia para una ciudad que tiene más plantas en especial fabricantes de calzado deportivo que tampoco pasan por su mejor momento.  

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