Si bien el mercado internacional de cereales está atravesando una fase bajista, los fundamentos estructurales de largo plazo continúan sumando factores alcistas.
El papel de la India como proveedor clave de cereales en el mercado asiático se está evaporando a partir de un crecimiento sostenido de la demanda interna en la nación más poblada del mundo con 1450 millones de habitantes.
“Se estima que desde el ciclo comercial 2020/21 al 2023/24 las exportaciones de maíz indias disminuirán un 86%, las de arroz un 20% y las de trigo un 90%”, señala un informe del Departamento de agricultura de EE.UU. (USDA).
La política gubernamental de promoción del bioetanol y la creciente demanda de maíz por parte del sector avícola, junto con las restricciones para exportar trigo y ciertos tipos de arroz, contribuyeron a modificar la matriz del negocio cerealero en ese país.
El mayor cambio en el comercio de cereales de la India es el del maíz. “En 2023/24 India va camino de perder su posición como exportador neto por primera vez en este siglo. Un aumento en la demanda interna, principalmente del sector avícola, junto con una política interna que incentiva el uso del cereal para la producción de bioetanol, han hecho que el país deba comenzar a importar maíz”, señala el informe.
Además, la disminución del precio interanual del maíz ha hecho que las exportaciones indias sean menos competitivas e incentivaron las compras externas del cereal.
Por primera vez desde 2019/20, India ha importado maíz extranjero de Ucrania y Birmania, países en los cuales el cultivo de maíz no transgénico cumple con las restricciones de importación de ese cereal de India. Además, en junio pasado India anunció importaciones de maíz de 500.000 toneladas en el marco de un arancel preferencial del 15% para asegurar el abastecimiento del producto.
“Se espera que la demanda interna se mantenga fuerte durante 2024/25 ante un consumo firme tanto forrajero como energético”, remarca el informe. El azúcar, la principal materia prima de la India para el bioetanol, enfrentó restricciones gubernamentales ante una caída sistemática de la producción. “India intentará cumplir con el corte objetivo de su ‘Programa de Mezcla de Etanol con Petróleo’ y aún no ha indicado cuándo se levantarán las restricciones para el azúcar en el etanol”, añadió.
Otro capítulo corresponde al trigo. A partir de 2022 el gobierno de India comenzó a intervenir las exportaciones y el mercado interno del cereal y desde entonces la participación del país como exportador del producto se diluyó.
“Ante el escaso crecimiento de las existencias de trigo, los molineros de India han solicitado una exención del arancel de importación de trigo (40%) para permitir las importaciones”, apunta el documento del USDA.
Por último, la decisión del gobierno de India de prohibir las exportaciones de algunos tipos de arroz (aunque con un número considerable de exenciones) y aplicar impuestos a la exportación a otros ha perturbado el mercado mundial del cereal.
“Cuando la India implementó la prohibición, los precios del arroz se dispararon antes de finalmente disminuir a medida que los competidores aumentaron las exportaciones”, recordó el USDA.
“La prohibición de las exportaciones regulares de arroz blanco sigue vigente, lo que impulsa a los importadores a recurrir a otros proveedores como Vietnam y Tailandia”, añadió.