La decisión del Gobierno de aplicar retenciones a las exportaciones sacudió al sector automotor. Según ADEFA el nuevo régimen significaría el traspaso desde las automotrices y autopartistas al Estado de unos US$ 550 millones al año, al precio de ayer unos $22.000 millones. La medida oficial establece una retención de $3 por cada dólar exportado.
El cálculo que realizó la entidad sobre un volumen estimado de unas 250.000 unidades que es lo que se esperaba exportar durante 2018. «El impacto es enorme para el sector. Se trata de más de un 7% del valor de cada auto exportado que se lleva el Estado», explicó un empresario automotor. Hay que tener en cuenta que del valor de cada auto que se fabrica en el país, el 54% son impuestos. Ahora, además de lo que se queda el Estado por la producción automotriz se llevará un porcentaje adicional cuando el vehículo sea exportado.
Es cierto que con la fuerte devaluación en lo que va del año, la competitividad del sector mejoró, pero no de manera directa. Hay que tener en cuenta que el 70% de las autopartes con las que se fabrica un 0 km son importadas y del 30% restante de producción nacional, la mayoría de los insumos llegan del exterior.