INVAP: estudio preliminar para un reactor en Uganda

Con 48 millones de habitantes, Uganda necesita aumentar su capacidad de producción de energía eléctrica y la energía nuclear es considerada una fuente estable y económica para lograrlo. Los planes de desarrollo energético del país africano fijan como objetivo generar 24 Gw de energía eléctrica de origen nuclear en los próximos 20 años, el equivalente a construir más de 30 Atucha II. Actualmente, si bien Uganda puede comprar llave en mano centrales nucleares, necesitará personal calificado para operar y controlar esas instalaciones, y para conformar un ente regulador con profesionales capacitados en el área.

En este contexto, la empresa estatal rionegrina INVAP firmó un acuerdo con Uganda para la realización de un análisis de factibilidad y estudio de sitio para la instalación en ese país de un centro nuclear de ciencia y tecnología. INVAP es un jugador internacional importante en este ámbito, ya que ha vendido reactores nucleares de investigación y da capacitaciones a equipos en diversas parte del mundo.

La primera etapa del proyecto consiste en una consultoría de un año para hacer las evaluaciones de factibilidad y del sitio de instalación del centro nuclear: estudios de hidrología, meteorología, estratégicos, analizar las inundaciones históricas y demás para analizar el lugar potencial de instalación del reactor. Además, se deben hacer estudios técnicos para ver qué tan preparado está el país y sus redes de transporte de energía para la instalación de reactores nucleares.

«Lo que esperamos, y será el próximo paso, es diseñar todo el centro de ciencia y tecnología nuclear, en especial, un reactor de investigación, que es nuestro fuerte», dice Alejandro Ibáñez, jefe del Proyecto Uganda de INVAP.

Además, INVAP debe realizar una propuesta de ingeniería preliminar de cómo debería ser este centro y qué instalaciones tendría, en función de otros reactores nucleares de investigación que la empresa de Río Negro ha instalado en otras partes del mundo.

Uganda busca que se puede capacitar a la gente en este centro y que también se pueda hacer investigación, ya que estaría en una universidad, y que tenga producción de radioisótopos para medicina nuclear. “Lo que esperamos, y será el próximo paso, es diseñar todo el centro de ciencia y tecnología nuclear, en especial, un reactor de investigación, que es nuestro fuerte”, dijo Alejandro Ibáñez, jefe del proyecto Uganda por INVAP.

Felipe Albornoz, gerente del área de Proyectos Nucleares de la empresa, dijo: “Esto nació hace casi dos años cuando hubo una conferencia en Egipto dedicada a toda África, en la que tuvimos una invitación y participación especial porque se cumplieron los 25 años de la puesta en marcha del reactor que hicimos en Egipto. En esa misma conferencia estaba gente de Uganda, que ya tenía en su cabeza estas ambiciones. El interés lo fuimos desarrollando, empezamos a visitar Uganda viendo qué era lo que querían y terminamos firmando este contrato. Ellos también hablaron con Corea, Rusia y otros posibles proveedores pero nos dijeron que el intercambio con nosotros fue mucho más rico porque los escuchamos y los tratamos de igual a igual. Escuchamos al cliente y le damos soluciones en base a eso, no andamos tratando de vender un producto que ya tengamos”.

Hoy Uganda solo tiene un centro de salud de medicina nuclear y algunas aplicaciones industriales pero su objetivo es ampliar sus capacidades. Uganda produce ingenieros, aunque no nucleares, pero algunos sí hacen sus posgrados en ingeniería nuclear en otros países. Al volver, tienen muy pocas aplicaciones y existe la necesidad de retener a estos recursos humanos en el país.

«Empezamos a visitar Uganda viendo qué era lo que querían y terminamos firmando este contrato», dice Felipe Albornoz, gerente del área de Proyectos Nucleares de INVAP.

En cuanto a los beneficios que el convenio trae para la Argentina, Albornoz explicó: “África va a tener mucha demanda a futuro en energía y medicina. La zona ecuatorial es la de mayor crecimiento demográfico del mundo y las necesidades crecen en la misma medida. INVAP puede aportar a estos objetivos y queremos estar desde el principio. Es similar a lo que hicimos en los años 80 en los países del norte de África, son países distintos pero los procesos son similares y para nosotros fue muy positiva. Creemos que podemos ocupar este lugar, hemos recorrido este camino en nuestro país y podemos ayudarlos en ese camino”.

El contrato será solo de un año de duración, para hacer los estudios prelminares, pero se espera que luego haya nuevos contratos para diferentes objetivos, y que además sirva como ejemplo para trabajar con otros países de la región. Según Ibáñez, “esto lo vemos como un primer paso para entrar en Uganda y en África ecuatorial. Tenemos negocios en todos los continentes y acá hay una gran oportunidad. La idea, tanto de ellos como nuestra, es seguir trabajando juntos”. En el mismo sentido, Albornoz agregó: “Así como hoy estamos en Uganda, también hemos tenido conversaciones de diferentes grados de interés con otros países de la región, como Kenia, Ruanda, la República Democrática del Congo, Senegal, Ghana y Etiopía, que han mostrado su interés para entrar en el mundo de la energía nuclear. Algunos ya tienen un pequeño reactor y gente preparada, o como Kenia, se han desarrollado en medicina nuclear y se están convirtiendo en un nodo de atención para la región. Las oportunidades están y este convenio nos ayuda a que los vecinos lo vean, que sepan que hay una empresa que viene de la Argentina y está trabajando allá, para nosotros eso es muy importante”.

VIATSS UNSAM