¿Habrá sido en serio la primera muerte?
La nota que transcribimos a continuación es del del Science Times, suplemento semanal científico del New York Times, y la firma Emily Mullin, nombre nuevo para AgendAR.
No hemos podido resistir la tentación de incluir algunas observaciones criollas y un poco picantes. Sucede que el artículo de Mullin es, previsiblemente, cientificista, onda epidemiología woke para no ofender, eso en el país que inventó el «feedlot» y las megagranjas avícolas y porcinas. También el sanitariamente menos precavido, el más ajeno al concepto mismo de «Salud Pública», y de paso el más antivacunas del planeta.
Esto hace poco científico el artículo.
Pero está bien investigado y el tema es importante. Ya pasaron los tiempos en que podíamos traducir directamente del Science Times, con la correspondiente cita. En ese viejo templo de la ciencia hoy se han vuelto muy vaporosos, y ponerle barras de acero a las nubes que producen no las vuelve de hormigón armado. Nuestras observaciones, por ello, están destacadas en negrita itálica.
Daniel E. Arias
Ayer, las autoridades sanitarias de Luisiana anunciaron la muerte en internación de un hombre ingresado en diciembre por gripe aviar grave. La contrajo de aves domésticas, probablemente contagiadas por aves silvestres. Es -y resulta raro- la primera muerte registrada en Estados Unidos atribuida al virus H5N1, el más común entre los que causan gripes aviares.
La persona tenía más de 65 años y venía con enfermedades de base subyacentes. El Departamento de Salud de Luisiana no ha revelado más detalles.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, autoridad epidemiológica federal de los EEUU,, un total de 66 personas en EE.UU. dieron positivo por gripe aviar en 2024. Fuera del paciente de Luisiana, los demás desarrollaron síntomas leves y se recuperaron completamente. Pero esta excepción es un recordatorio de que la gripe aviar puede ser y es peligrosa. La Organización Mundial de la Salud contabiliza 948 casos de gripe A H5N1 certificados en 23 países desde 1997, y 464 fueron mortales. Sí, en todo el mundo mató a la mitad.
Contagiados, vayan a EEUU, que ahí la muerte trabaja menos.
A medida que aumenta el número de infecciones humanas son predecibles más casos de enfermedad grave y, potencialmente, más muertes, sobre todo si el antígeno H (por hema-aglutinina) de la cápside del virus hace mutación, y logra fijarse en el ácido siálico alfa 2,6 característicos del parénquima pulmonar humano. Los virus que hagan esta transformación van a saltar de aves a humanos, generar más neumonías, y las personas con este virus mutado podrán contagiarse entre ellas y no solo de gallinas, gansos, patos o de mamíferos de cría.
Por lejos, el virus gripal A H5N1 es el de mayor potencial pandémico de los actuales, seguido por el H7N9.
«Se trata de un juego continuo de ruleta rusa», afirma el médico Nahid Bhadelia, director fundador del Centro de Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Universidad de Boston. «Cuanto más virus hay en nuestro entorno, más posibilidades hay de que entre en contacto con los humanos». Era sólo cuestión de tiempo que la gripe aviar se volviera mortal, afirma.
Tampoco es la primera vez que sucede. La llamada Gripe Española, que en realidad fue una H1N1 china, entre 1917 y 1922 recorrió el mundo en cuatro sucesivas olas pandémicas, y mató -se estima- al 5% de los humanos. Mucho más que la guerra.
¿Cómo salió de China? En mi barrio, se llama colonialismo. Fue contagiada a los soldados europeos y yanquis por trabajadores chinos semiesclavos traídos al frente desde la costa china por las potencias imperiales, Inglaterra, Francia, Alemania, Rusia y EEUU. ¿Traidos para qué? Para construir trincheras y otras defensas estáticas a retaguardia.
Se detectó por primera vez en cuarteles: uno de entrenamiento en Kansas, EEUU, y simultáneamente en otro inglés, Aldershot. Mataba a entre el 30 y el 50% de los contagiados, y se ensañaba más con la gente joven, saludable y fuerte que con chicos o viejos.
Los médicos militares ingleses, desconcertados, le pusieron el nombre de POU, por Pyrosis of Unknow Origin, literalmente, fiebre de andá a saber qué origen. Los alemanes la llamaron «francesa», los ingleses, «alemana», los rusos la llamaron primero «catarro chino», y finalmente se convino en llamarla «ispanka», o «gripe española». La Piel de Toro era un país europeo pero neutral, y la prensa podía hablar del tema libremente. Especialmente cuando la gripe le hacía estirar la pata a algún Borbón.
Como en cambio la prensa inglesa, francesa, yanqui y alemana estaba sujeta a una censura de guerra de la gran siete, esta gripe era un tema tabú, incluso cuando en 1918 se volvió la primera causa de muerte en el Frente Occidental, y también la primera de sublevación de tropas.
El gobierno del Kaiser Guillermo II cayó por esas rebeliones de soldados, de marineros y de obreros. El de su primo, el Zar Nicolás II, cayó por lo mismo y muchos meses antes. La Revolución Rusa de 1917 es, en un punto, una consecuencia de que los soldados del Zar empezaron a preferir fusilar a sus oficiales que seguir muriéndose de gripe en las trincheras. La Primera Guerra, irresuelta en el plano militar en las trincheras occidentales, tuvo que terminarse por estos alzamientos.
No hace falta ir tan lejos en la historia. En 2009, la Argentina cayó en la volteada de una gripe A pandémica H1N1 que surgió al parecer de la enorme industria de cría porcina mexicana. Mató a bastante gente, 284.000 muertes atribuibles aquel año, para la Organización Mundial de la Salud de las Naciones Unidas (OMS).
Cristina Fernández de Kirchner prefirió no posponer las elecciones de medio término, ya que podían fogonear el contagio por amuchamiento. Fue una apuesta que pagó mal: su partido perdió frente a opositores sin historia política conocida, banqueros, CEOs corporativos y capos de fondos de inversión. Sí, el Colorado Francisco De Narváez y otras yerbas que entonces parecían novedad.
Los políticos que se pasan la epidemiología por el arco del triunfo, y sobre todo los que gestionan mal una pandemia, son historia, porque no estudiaron suficiente historia, muertos políticos que caminan sin enterarse de que están muertos. Preguntarle en caso de duda a nuestro reciente expresidente.
La industria de cría intensiva de animales es la fuente primera mundial de los virus pandémicos respiratorios. Si uno escucha «pandemia» y lo primero que pregunta es si viene de China, sin embargo, no es por contagio cultural del Pato Donald.
Es porque la convivencia doméstica entre aves de corral, cerdos y personas ha sido la fórmula que le permitió sobrevivir durante 600 años al enorme campesinado chino pobre, y en muy poca superficie de tierra. Esto dio origen a virus respiratorios mutantes que podían saltar de aves a mamíferos, y entre tantos mamíferos, nosotros, los humanos.
Hasta que no llegaron las potencias coloniales durante «El Siglo de la Humillación», los virus zoonóticos chinos se quedaban en China.
Pero la industria intensiva y de escala gigante de hoy es un fenómeno mundial, porque hay 8500 millones de humanos que pretenden proteína, y casi 1000 millones que no la tienen.
El eje de esa industria hasta hace tres décadas fue América del Norte, hoy está en Asia. La vacunación de aves de cría es obligatoria en toda China, con fórmulas bivalentes, dirigidas contra los virus A H5N1 y el H7N9. En EEUU, donde la vacunación antigripal nunca fue o será obligatoria ni siquiera para la ciudadanía porque se respeta a todo trance la libertad de enfermar a otros, la industria aviar tuvo que sacrificar e incinerar medio millón de pollos y gallinas en 2024. Los autodenominados americanos son raros en su gestión de epidemias.
Estados Unidos se encuentra en medio de un brote de H5N1 que no muestra signos de detenerse. El virus ha infectado a más de 130 millones de aves, incluidas aves de corral comerciales, desde enero de 2022. En abril de 2024 llegó por primera vez a las vacas lecheras. Aunque no es mortal para las vacas, el virus ha enfermado a más de 900 rebaños lecheros en 16 estados. La gente puede contagiarse tomando leche no pasteurizada y embichada con H5N1, está probado.
La mayoría de las personas que contraen la gripe aviar son trabajadores agrícolas u otras personas que tienen contacto directo con animales enfermos. De los 66 casos confirmados en EE.UU. el año pasado, 40 estuvieron relacionados con vacas lecheras y 23 con aves de corral y personal de frigorífico, con preponderancia de sacrificadores. En los otros tres casos estadounidenses, se desconoce la fuente exacta de exposición.
Desde 2003, se han notificado más de 850 casos humanos de gripe aviar H5N1 fuera de Estados Unidos, y aproximadamente la mitad de ellos han resultado mortales. Esto viene a demostrar que el excepcionalismo estadounidense empieza por las estadísticas epidemiológicas.
En un comunicado publicado el lunes, los CDC afirmaron que una muerte por gripe aviar H5N1 «no es inesperada debido al conocido potencial de la infección por estos virus para causar enfermedades graves y la muerte». Bueno, chocolate. Las autoridades sanitarias federales afirman que el riesgo de contraer la gripe aviar sigue siendo bajo para el público en general, y no hay pruebas de que el virus se esté propagando de persona a persona en ningún lugar del país.
Sí, ponele. Tampoco hay evidencias de lo contrario.
Uno de los aspectos desconcertantes del brote actual en EE.UU. es por qué todas las infecciones humanas hasta ahora han resultado en enfermedades leves. «Podría tratarse de personas jóvenes y sanas», afirma Jennifer Nuzzo, directora del Centro de Pandemias y profesora de epidemiología de la Universidad Brown. «Podría ser que la forma en que están siendo expuestos es diferente de cómo hemos visto históricamente que la gente se infecta. Hay varias hipótesis, pero en este momento son sólo conjeturas.»
Nuzzo dice que es muy posible que las condiciones de salud preexistentes del paciente de Luisiana contribuyeran a la gravedad de su enfermedad, pero también señala el caso de una adolescente en Canadá que fue hospitalizada con gripe aviar en noviembre.
La niña de 13 años fue atendida inicialmente en un servicio de urgencias de la Columbia Británica por fiebre y conjuntivitis en ambos ojos. Fue dada de alta sin tratamiento y más tarde desarrolló tos, vómitos y diarrea. Unos días después volvió a urgencias con problemas respiratorios. Ingresó en la unidad de cuidados intensivos pediátricos y entró en insuficiencia respiratoria, pero acabó recuperándose tras recibir tratamiento. Según un informe publicado en el New England Journal of Medicine, la niña tenía antecedentes de asma leve y un índice de masa corporal elevado (en mi barrio, unos kilos de más). Se desconoce cómo contrajo el virus.
«Lo que esto nos dice es que no tenemos ni idea de quién va a desarrollar una enfermedad leve y quién va a desarrollar una enfermedad grave, y por eso tenemos que tomarnos estas infecciones muy en serio», afirma Nuzzo. «No debemos suponer que todas las infecciones futuras serán leves».
Hay otra pista que podría explicar la gravedad de los casos de Luisiana y Columbia Británica. Las muestras de virus de ambos pacientes presentaban algunas similitudes. Por un lado, ambos estaban infectados con el mismo subtipo de H5N1 denominado D1.1, que es el mismo tipo de virus que se encuentra en aves silvestres y aves de corral. Es diferente del subtipo B3.13, dominante en las vacas lecheras.
«Ahora mismo, la pregunta es si se trata de una cepa más grave que la del ganado lechero», afirma Benjamin Anderson, profesor adjunto de salud medioambiental y global de la Universidad de Florida. De momento, los científicos no disponen de datos suficientes para saberlo con certeza. Un puñado de trabajadores de granjas avícolas de Washington han dado positivo en el subtipo D1.1, pero esas personas presentaban síntomas leves y no requirieron hospitalización.
«En el caso de la infección de Luisiana, sabemos que esa persona tenía comorbilidades. Sabemos que era una persona mayor. Son factores que ya contribuyen a resultados más graves cuando se trata de infecciones respiratorias», afirma Anderson.
En los casos de Luisiana y Columbia Británica, hay pruebas de que el virus puede haber evolucionado en ambos pacientes, cuando ya estaban i infectados, para producir una enfermedad más grave. Malas costumbres de algunos virus, cuyo sistema de copiado genético defectuoso produce versiones mutantes a lo pavote. Inevitablemente, alguna termina siendo Godzilla.
Un informe de los CDC de finales de diciembre halló mutaciones genéticas en el virus tomado del paciente de Luisiana que pueden haberle permitido aumentar su capacidad de infectar las vías respiratorias superiores de los seres humanos. Según el informe, es probable que los cambios observados se generaran por la replicación del virus a lo largo de la enfermedad del paciente, en lugar de transmitirse en el momento de la infección, lo que significa que las mutaciones no estaban presentes en las aves a las que estuvo expuesta la persona. Lo dicho.
En un artículo publicado en el New England Journal of Medicine, el equipo que atendió a la adolescente canadiense también describió las «preocupantes» mutaciones halladas en sus muestras víricas. Estos cambios podrían haber permitido al virus unirse y penetrar más fácilmente en las células del tracto respiratorio humano.
Sí, Ud. recuerda bien, hace unos párrafos mencioné una mutación del antígeno H5 que se liga demasiado fácilmente al ácido siálico alfa 2,6 parte de una glicoproteína que tapiza el parénquima pulmonar humano, señal que somos mamíferos. Los pulmones aviares, morfológica y funcionalmente muy distintos a los nuestros, abundan en ácido siálico alfa 2,3. Esas diferencias bioquímicas mínimas por ahora nos protegen… un poco. Pero la gripe aviar A H5N1 ya ha matado todo tipo de mamíferos, desde lobos marinos a zorrinos.
Por ahora, las personas que trabajan con aves, aves de corral o vacas, o que tienen una exposición recreativa a ellas, corren un mayor riesgo de contraer la gripe aviar.
Le preguntamos al Science Times a quién conocen que pasen su tiempo con aves de corral o vacas por recreación. Por ahora, no contestan. Los que tienen que trabajar por plata en granjas de cría y mataderos, esos sí la pasan mal con todas las pandemias respiratorias. Se agarran todas. Y no, en EEUU la OSHA (Occupational Health and Safety Administration) no los protege.
Es que la OSHA es una agencia federal, y lo único federal que se toma en serio en la Tierra de los Libres y Hogar de los Valientes son las FFAA y las de espionaje. Los negocios de cría intensiva son supervisados por agencias estaduales o municipales. A veces.
Para prevenir la enfermedad, las autoridades sanitarias recomiendan evitar el contacto directo con aves silvestres y otros animales infectados o sospechosos de estar infectados por el virus de la gripe aviar.
¿Se ve por qué ya no podemos traducir directo del Science Times? Hacen los deberes, llaman a éste y llaman al otro. Pero como se ve en esa recomendación final, pero no se están volviendo más inteligentes.
Emily Mullin