Desde diciembre 2015 se fugaron 52.126 millones de dólares

Argentina tiene una economía bimonetaria, en la que el dólar cumple la función de reserva de valor.
El valor del dólar sigue su marcha ascendente.

Jorge Herrera, columnista de Ámbito Financiero, dice en la edición de hoy: «La crisis de confianza es un dato insoslayable de la realidad. El auxilio del Fondo vino principalmente a calmar las ansiedades de los tenedores de bonos argentinos, sobre todo, extranjeros. Sin embargo, por diversas causas que finalmente son reflejos del mayor nivel de incertidumbre y de desconfianza, el drenaje de divisas se mantuvo firme e incluso de aceleró en los últimos meses. Prueba de ello, es que en los primeros meses del 2018 el nivel de atesoramiento promedio mensual se elevó a u$s2.861 millones frente a u$s1.451 millones de un año atrás (+97%). O sea, casi se duplicó el promedio mensual de la compra neta de divisas del sector privado».

En AgendAR queremos agregar que -más allá de la desconfianza que sin duda se ha extendido, aquí y en el exterior, en los últimos meses, hay una causa más profunda: No hay oportunidades de inversión – salvo en unos pocos nichos, que requieren grandes capitales para explotarlos. Está, por supuesto, el casino financiero, que da beneficios extraordinarios… a los que tienen nervios, información y suerte.

Entonces, la dolarización de los patrimonios resulta ser para los argentinos la decisión más prudente.