Entre las expectativas del lado argentino -tanto el sector público como privado-, que acarrea la próxima reunión del G-20 en nuestro país, en los últimos días se sumó el rumor de que Donald Trump aterrizaría con la autorización para el ingreso de la carne vacuna argentina a Estados Unidos.
Sin embargo, desde Washignton desestimaron la posibilidad de que eso se concrete en el corto plazo. Incluso puntualizaron que no está previsto que funcionarios relacionados con esa temática acompañen a Trump en su estadía en Buenos Aires durante la cumbre del G-20.
Desde los sectores ligados a la exportación de carne, que en los últimos tiempos vienen con un training especial en comercio exterior, fundamentalmente por las negociaciones con China y otros países asiáticos, relativizaron lo determinante que puede ser que vengan funcionarios del área agropecuaria. “Con una nota sería suficiente”, dijeron. Y recordaron que las negociaciones con Estados Unidos por este tema llevan casi tres años, prácticamente desde que comenzó el gobierno de Mauricio Macri.
De hecho, el mercado norteamericano está formalmente abierto desde 2015 para la carne argentina, luego de 14 años de restricciones tras el brote de aftosa que se sufrió en 2001 y que no se había informado debidamente por el Gobierno argentino.
Pero no se encuentra operativo. Desde Estados Unidos alegan la falta de cumplimiento de algunos protocolos sanitarios, particularmente cierta documentación que acredite el equipamiento e insumos correspondientes en el laboratorio oficial que Senasa tiene en la localidad de Martínez, provincia de Buenos Aires.
Los funcionarios consultados aseguran que «está todo en regla» y que incluso hay una decena de frigoríficos argentinos que están faenando con las exigencias que plantea esta posibilidad exportadora y sus inspecciones regulares pertinentes, aunque en la práctica todavía no esté vigente.
Algunos estiman que el reposicionamiento global de la carne argentina, que en el último año volvió al top ten del mercado mundial, y ya se ubica sexto entre los principales exportadores, podría facilitar el entendimiento. Pero nadie se anima a poner una fecha concreta.