Durante los eventos del G20, los mandatarios de los Estados Unidos y Rusia, Donald Trump y Vladimir Putin, recorren Buenos Aires en sus vehículos de seguridad especiales. En el caso de Trump, a bordo de La Bestia II y Putin en su Aurus.
La Bestia:
The Beast II, su nombre completo, es una nueva limousine blindada fabricada por Cadillac. El modelo reemplaza a The Beast I, que estrenó su antecesor, Obama, y que recorrió las calles de Buenos Aires en marzo de 2016.
El vehículo está armado a partir de un chasis de camión de General Motors, con una carrocería cuya trompa está inspirada en un modelo actual de Cadillac. En este caso, el CT6 V-Sport. Este auto está basado en la estructura de un camión, por eso el motor y la transmisión también tienen el mismo origen: diesel de ocho cilindros y 6.5 litros de cilindrada. Mide casi seis metros de largo y pesa alrededor de nueve toneladas.
Las puertas son de 20 cm. de espesor, el piso de 13 centímetros de grosor, tiene protección para resistir el ataque con bombas, cabina aislada para soportar atentados con armas químicas y hasta bolsas de sangre para realizarle una transfusión de emergencia al presidente. Su fabricación costó US$ 1,5 millones.
Aurus:
El vehículo fue desarrollado y fabricado por el Instituto NAMI de Moscú, Rusia. El motor es una creación conjunta de NAMI y Porsche Engineering. La caja de cambios es producto de la compañía rusa KATE. La limousine rusa demandó seis años de desarrollo, durante los cuales fue conocida como Proyecto Kortez.
Su nombre es una combinación de la palabra «aurum» (‘oro’ en latín) y Rusia. El vehículo presenta un motor V8 de 4,4 litros con un motor eléctrico de apoyo: da 598 caballos de vapor + 60 caballos de vapor del motor eléctrico.
El blindaje es tan espeso que es capaz de soportar explosiones de bombas, disparos de tanques y hasta ataques con armas químicas. Su cabina es hermética y cuenta con una provisión de oxígeno para que sus ocupantes puedan permanecer encerrados y con vida durante varias horas.
Los rusos copiaron una idea del Cadillac One: la Aurus cuenta con una reserva de sangre del propio Putin, para realizarle una transfusión en caso de necesidad.
Comparando:
El vehículo ruso tiene una apariencia similar a las limusinas de lujo británicas de la marca Rolls-Royce, mientras tanto, la Bestia parece «un Cadillac montado sobre un tanque», tal y como lo calificó una vez el ex presidente Obama.
En cuanto a las medidas de seguridad y avances tecnológicos, el medio estadounidense NewsWeek muestra dudas acerca de que Aurus sea capaz de superar a la Bestia en este aspecto, pero también subrayó que esta supuesta superioridad de la limusina estadounidense tiene su precio. Según el artículo, la limusina de Donald Trump pesa una tonelada y media más que la de Vladímir Putin, y no tiene un motor tan potente. La limusina del mandatario de EEUU acelera hasta los 100 km/h en 15 segundos. Por su parte, según el medio especializado ruso Voditel Peterburga, el Aurus de Putin tiene una velocidad máxima de 250 km/h y puede alcanzar los 100 km/h en tan solo 7 segundos.
Los tiempos que vivimos presentan estas exigencias a la industria automotriz. Para los lectores más fierreros de AgendAR, agregamos este video que abunda en los detalles: