La noticia que resumimos en el título impactó en los medios y en las redes sociales. Y provocó polémicas, naturalmente. Inclusive, un grupo de estudiantes de esa universidad convocó a una asamblea para oponerse a la medida.
Sucede que el tema trasciende los límites de esa institución. Toca un valor tradicional de la sociedad argentina: la gratuidad de la universidad pública, y también a un argumento sensacionalista pero eficaz en un país en crisis: los que denuncian, sin dar números, a los extranjeros que se aprovechan de esa gratuidad.
Por eso nos pareció válido -sin intención de cerrar el debate- reproducir lo que dice el Dr. Daniel Martínez, Rector de la Universidad Nacional de La Matanza, sobre los motivos de la medida.
«El Consejo Superior de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) resolvió la implementación de un curso de Lengua Castellana y Literatura Hispanoamericana obligatorio para aspirantes que no dominen el idioma español. La resolución fue dispuesta en diciembre pasado y está orientada a aquellos interesados en cursar carreras de pregrado y grado cuyo país de egreso de estudios secundarios no sea hispanoparlante. El curso es de carácter presencial y contempla una carga de 80 horas.
Esta decisión tuvo que ser implementada debido a que, por la barrera idiomática, los alumnos no logran comprender correctamente los contenidos de las materias y tienen importantes dificultades para ser interpretados por sus profesores. Al no tener las competencias culturales, el dictado de los contenidos comienza a retrasarse y el programa de estudio se demora, perjudicando a la mayoría.
Son evidentes las dificultades de comunicación que estos alumnos tienen en las clases e, incluso, es común que apliquen vocablos en idioma extranjero en los exámenes escritos. No podemos exigirles a los docentes que estudien otro idioma para corregir y desarrollar las clases. Lo que corresponde es que quien estudia en nuestra universidad domine la lengua, tanto para expresarse como para comprender lo que se le dice. Sería inapropiado que un profesional con título argentino no domine el idioma castellano.
De hecho, si cualquier ciudadano argentino quisiera estudiar en el exterior, indefectiblemente, deberá acreditar el correcto manejo del idioma oficial de aquel país; caso contrario, no sería aceptado. La problemática comenzó a visualizarse desde la implementación de Medicina en la UNLaM 2011, carrera emblemática en el sistema universitario. Año tras año, se fueron duplicando los aspirantes, especialmente, provenientes de Brasil. Cerca de 500 ciudadanos brasileños se inscribieron sólo considerando la última cursada. Representan, aproximadamente, el 30 por ciento de la matrícula de ingresantes. En Medicina, al igual que en todas las ciencias, los alumnos tienen que tener una formación de excelencia. Los médicos no se pueden equivocar. Visto lo que ha sucedido en los últimos años, es una cuestión de responsabilidad tomar una medida para poner racionalidad.
Esta medida tiende a proteger la calidad de la carrera, en el uso de las facultades que asisten a esta universidad en su autonomía. Es importante subrayar que todas las carreras de pregrado y grado de nuestra Universidad, como las de todo el sistema universitario nacional público, son gratuitas, abiertas e inclusivas. Y celebramos que así sea. Este modelo, que llevó a la UNLaM a ser una de las universidades más prestigiosas de la provincia de Buenos Aires y del país, necesita de egresados idóneos. Lejos de ser una decisión expulsiva, este curso tiene por objetivo poder formar, de mejor manera, a quienes nos eligen para forjar su futuro profesional».