La reforma (de cara) del Banco Central

Presidente del B.C.R.A. Sandleris

El Gobierno presentó ayer en el Congreso el proyecto de ley de reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, tal como se había comprometido cuando se firmó el acuerdo con el FMI el año pasado.

Los cambios planteados se centran en tres ejes: independencia de la entidad monetaria, eliminar la disponibilidad de reservas para el pago de deuda y establecer que los nombramientos en el directorio tengan acuerdo del Senado.

A través de un comunicado oficial, el ministerio de Hacienda informó que el objetivo principal de la reforma es “fortalecer la credibilidad del BCRA, aumentando su independencia, para que se convierta en un pilar institucional de largo plazo”.

Puntos principales del proyecto para reformar la Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina:

Establecimiento de un mandato múltiple enfocado en la misión de preservar la estabilidad de precios. Adicionalmente, como mandatos secundarios, el BCRA deberá promover el crecimiento económico sostenido y contribuir a la estabilidad financiera.

Establecimiento de reglas específicas para preservar la autonomía personal de los funcionarios a cargo del BCRA y asegurar que las decisiones que se tomen en el organismo se realicen con total independencia. Esto incluye la necesidad de acuerdo del Senado para el nombramiento y remoción de los miembros de su directorio.

Eliminación de la posibilidad de que el BCRA financie al Tesoro.

Eliminación de la posibilidad de utilizar las reservas del BCRA para el pago de deuda pública y la eliminación de la posibilidad de que el BCRA distribuya al Tesoro utilidades no realizadas.

Establecimiento de normas contables acordes con las mejores prácticas internacionales.

Establecimiento de reglas de auditoría más exigentes incluyendo la creación de un Consejo de Supervisión Institucional que deberá contar con mayoría de miembros no ejecutivos para la supervisión de todos los procesos internos, los de elaboración del presupuesto y los de confección del balance.

Establecimiento de la promoción de la inclusión financiera como una de las funciones del BCRA, con especial atención a la integración social, regional, cultural y de género, reforzando la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera.

Nuestro comentario:

El gobierno actual no es el único, por cierto, que cree o finge creer que, si se incluye una intención dada en la carta orgánica del Central, por algún motivo -¿pensamiento mágico?- esa intención está más cerca de hacerse realidad.

(Trae a la memoria un viejo chiste sobre el 1° proyecto constitucional después de la Revolución de 1789: «Artículo 1°: Todos los franceses serán libres; artículo 2°: Todos los franceses serán felices»).

La «independencia» del Central es un lujo (deseable, por cierto) que pueden darse países prósperos y estables. En la Argentina, Sandleris está, y no tiene más remedio que estar, alerta a las indicaciones de Dujovne y a los temores de Macri. La experiencia Sturzenegger ha sido bastante elocuente de las limitaciones reales de la «independencia» proclamada.

Ahora, el sentido específico de este proyecto es una obsesión del gobierno macrista: «enviar una señal a los mercados». Los mercados tienen claro el nivel actual de la inflación – Bloomberg dice que el peso es “La moneda de peor desempeño del mundo”. Lo único que puede cambiar esa imagen es detener, o al menos moderar mucho la inflación.

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