Comer sano le cuesta a una familia $ 8.800 más que la canasta básica, según surge de un estudio de la Escuela de Nutrición de la UBA. El menú mensual para una pareja con 2 hijos cuesta un 73% más que el combo que mide el INDEC, que – dicen los nutricionistas- es poco saludable.
Con los altos índices de inflación de los últimos años, comprar alimentos puede convertirse en una odisea para la economía doméstica. Y esa búsqueda se complica aún más si lo que se busca es armar un plan de alimentación saludable.
Para acceder a este plan, en abril, una familia porteña con dos adultos y dos chicos necesitó al menos $ 21.000 mensuales, según el informe elaborado por expertos de la UBA. Los lácteos, las carnes y las frutas representan casi la mitad del presupuesto.
La Escuela de Nutrición de la Facultad de Medicina de la UBA y el Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA) basaron su estudio en los lineamientos las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA).