Argentina y EE.UU. firmaron un nuevo protocolo para el Acuerdo de Servicios de Transporte Aéreo, que no se renovaba desde 1985. Se supone que debe ser autorizado por el Congreso, pero mientras tanto estaría en vigencia desde anteayer, 26 de junio.
El acuerdo permitirá realizar vuelos sin escalas intermedias y ampliar las rutas y frecuencias «de forma ilimitada», según informa el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich. Y anunció que está en marcha la «Revolución de los Aviones». Sus críticos dicen otra cosa. En AgendAR mostramos las distintas miradas, y luego nuestra opinión.
Tweet del ministro de Transporte de Argentina:
Tweet del Secretario de Estado de los EE.UU.:
El tweet de Mike Pompeo es formal -en ese nivel, todos lo son (salvo cuando Trump se «da manija» con algo). Pero vale la pena notar que mientras Dietrich anuncia vuelos sin escalas y más frecuencias -algo positivo, sin duda, pero de interés especial para los que van a volar a EE.UU.- el Secretario de Estado habla de beneficios para viajeros, negocios y trabajadores. Uno sospecha que esta última categoría no le interesa a nuestro ministro de Transporte. Es gente que hace huelgas y habla mal de él.
En eso está en lo cierto. La coordinadora sindical de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) para Latinoamérica, Dina Feller, declaró: «Es un escenario nunca antes visto en Argentina. Se anuncia la liberación absoluta de rutas, matrículas y aeronaves».
«Por lo general, cuando el avión de una compañía arriba a un país, se produce un cambio de matricula y tripulación. Es decir, si parte de Washington a Buenos Aires, y luego vuelve, debería regresar a EE.UU. con un matriculado argentino y también con trabajadores del Cono Sur».
«Con el reciente convenio, esto se termina. Ahora, los aviones podrán retornar con matriculado estadounidense disponiendo de sus propios tripulantes, y ya no será necesario que las aerolíneas recurran a los profesionales argentinos. Eso significa eliminación de mano de obra. Es un acuerdo aparentemente entre iguales, pero no se puede comparar la flota estadounidense con la argentina. ¿Cómo va a ser esa reciprocidad?«.
Otro punto clave del pacto son los servicios de carga y descarga en las bodegas. Actualmente, esa actividad está cubierta por la firma estatal Intercargo, pero «ahora podrán entrar otros operadores en el servicio».
Para que los lectores de AgendAR lo evalúen por sí mismos, cliqueando aquí acceden a la versión que el Department of Transportation de EE.UU. subió a su página web. Para beneficio de los que están cómodos con el inglés, traducimos dos párrafos claves:
(3) Cada línea aérea designada tendrá derecho a realizar su propio servicio de asistencia en tierra en el territorio de la otra Parte («autoasistencia») o, a opción de la línea aérea, seleccionar entre los agentes de la competencia para dichos servicios, en todo o en parte. . Los derechos estarán sujetos únicamente a restricciones físicas derivadas de consideraciones de seguridad del aeropuerto.
4) Cualquier aerolínea de cada Parte puede participar en la venta de transporte aéreo en el territorio de la otra Parte directamente y, a discreción de la aerolínea, a través de sus agentes … Cada aerolínea tendrá derecho a vender dicho transporte, y cualquier persona será libre de comprar dicho transporte, en la moneda de ese territorio o en monedas libremente convertibles.
En el 2016 el ministro Dietrich había dicho: “En la Argentina no hay ni habrá política de cielos abiertos”. En AgendAR debemos decir que este acuerdo no es «cielos abiertos». Pero en sus consecuencias se parece bastante.
Cerramos con otro tweet: