China confirmó la habilitación de ocho nuevas plantas frigoríficas para exportación de carne bovina. Estas plantas se suman a las que ya habían sido autorizadas, como se informó en AgendAR, y que ahora totalizan 34. Y a diferencia del resto de las industrias, las plantas frigoríficas trabajan actualmente al 90% de su capacidad, para una producción total de 3 millones de toneladas y un consumo interno que ha mermado y se estima en 50 kilos anuales per cápita.
Después de meses de negociaciones y misiones sanitarias, Argentina ya se ha convertido en el principal proveedor de carne vacuna a China. En los primeros siete meses del año la nación asiática importó 185.604 toneladas de carne, lo que representa el 21,7% de las compras de Beijing. Brasil se ubica segundo lugar -muy cerca- con 21,03%.
El estricto servicio sanitario de Beijing ya había dado luz verde para otras 25 plantas que procesan carne aviar y 3 de carne porcina. Así, ya hay 66 plantas habilitadas para embarques de carne de todo tipo a China.
Con sus compras, China se ha convertido en el motor que empuja los embarques argentinos y dinamiza la ganadería. A diferencia de otros destinos, como la Unión Europea que requiere cortes de gran calidad, a China se envían toda clase de cortes. La industria frigorífica prevé facturar este año alrededor de US$4.000 millones por el envío de unas 700.000 toneladas a todos los destinos. Es casi el doble de 2018.
Desde hace varios meses, China sufre un brote de fiebre porcina africana que ha diezmado su población de cerdos y a su vez impulsó las compras de proteína animal, especialmente en el Mercosur.En el sector consideran que a China le llevará entre 4 y 7 años recuperar el nivel habitual de producción de cerdos que es casi tan importante como el arroz en la dieta alimentaria de su población.
Según el Indec, en los primeros siete meses del año, las exportaciones de carne bovina a China crecieron 110% a US$ 870 millones.
En conjunto, es una muy buena noticia, a pesar que son estas exportaciones las que han hecho subir, más allá de la inflación general, el precio de la carne para el consumidor argentino. Es que la industria frigorífica es muy demandante de mano de obra.
Además, como se anticipó en uno de nuestros artículos, en el Chaco Semiárido, donde hubo monte y hay se planta soja, empezarán a verse feedlots.