Ayer fue publicada en el Boletín Oficial la Resolución 1854/2019:
EL SECRETARIO DE GOBIERNO DE MODERNIZACION
RESUELVE:
ARTÍCULO 1º.- Autorízase a la empresa HISPAMAR SATÉLITES SOCIEDAD ANONIMA a proveer facilidades satelitales mediante el satélite geoestacionario denominado HISPASAT 74W-1, en la banda de frecuencias Ku planificada, desde la posición orbital geoestacionaria de 74° de Longitud Oeste, en el marco de lo previsto en la Parte I del Reglamento de Gestión y Servicios Satelitales, cuyo texto ordenado fuera aprobado por la Resolución Nº 3.609 de fecha 19 de febrero de 1999 de la ex SECRETARÍA DE COMUNICACIONES e incorporada mediante el Decreto Nº 793 de fecha 22 de julio de 1999 como Anexo XIII del Decreto Nº 92 de fecha 30 de enero de 1997; de conformidad con lo señalado y la normativa mencionada en los Considerandos.
Ya en agosto del año pasado decíamos en AgendAR: «La empresa española Hispamar, sigue creciendo en los «cielos abiertos» (unilateralmente) de Argentina.
La expansión de Hispamar en Sudamérica ha sido notable. El 64,9% de los ingresos de la firma de telecomunicaciones satelitales española viene de la región. No se trata de poca plata: en 2016, eran 228 millones de euros.
En la Argentina, el lobby de Hispasat, ejercido desde principios de 2016 a través del difunto Ministerio de Telecomunicaciones y con la firma de Oscar Aguad, empezó haciendo suspender indefinidamente el ARSAT-3 de la empresa estatal argentina ARSAT SA, que le hacía una incipiente competencia con sus satélites 1 y 2 dentro del territorio nacional.
Más allá del perjuicio para la Argentina en pagar a un proveedor español por servicios que podría estar dando y cobrando el estado nacional, hay otros sectores perjudicados. En primer lugar, la empresa barilochense INVAP, constructura de los satélites de ARSAT, que tras haber expandido sus equipos humanos y técnicos para diseñar e integrar un total de 8 satélites, según establecía la ley 27.208 de Desarrollo de la Industria Satelital, se quedó con U$ 300 millones invertidos e incobrables. La ley fue simplemente ignorada, no hizo falta voltearla«.
Esperamos que el próximo, muy próximo gobierno, encare esta situación.