A paso lento pero sostenido las cifras epidemiológicas de pacientes infectados por la nueva cepa del coronavirus se expanden: a los 41 muertos y, al menos, 830 infectados, sobre todo en países asiáticos, se sumó la confirmación de dos personas infectadas en Estados Unidos y otras tres en Francia. En Canadá se informa de un «presunto» infectado. El presidente Xi ha dicho ayer públicamente que China se enfrenta a una situación grave y que se acelera el avance del virus.
El brote epidémico, que amenaza transformarse en global, está asociado con una forma poco conocida de coronavirus y es responsable de causar neumonía. El fuerte riesgo que significa para la salud pública quedó registrado cuando las autoridades chinas decidieron poner en cuarentena una decena de ciudades, incluyendo Wuhan, para contener el brote. Así, hasta ahora, hay más de 20 millones de personas afectadas por una estricta restricción de viajes, con aeropuertos y estaciones de trenes y buses cerradas, para tratar de evitar la propagación de la infección.
Ante esta situación las autoridades de salud de Argentina publicaron un documento informando que “los expertos del ministerio ya realizan un seguimiento de la situación epidemiológica global” y adelantaron algunas de las recomendaciones. Y el propio ministro de Salud de la nación, Ginés González García, desestimó públicamente que “haya casos de infección por este coronavirus en Argentina”. Y agregó: “Si bien se trata de un evento de salud pública internacional relevante, según la información disponible, por ahora consideramos que el riesgo inmediato para la población argentina es bajo”.
Según dijo el doctor Alejandro Costa, subsecretario de Estrategias Sanitarias del Ministerio de Salud de la Nación, “Argentina está en una situación de bajo riesgo y seguimos las recomendaciones emitidas por la Organización Mundial y Panamericana de la Salud: por ahora ninguna de estas agencias está recomendando restricciones ni controles de viajeros. Lo que proponen, y nosotros recomendamos, es que cualquier pasajero que llegue a la Argentina desde una zona de circulación de virus, si registra algún síntoma respiratorio, fiebre o tos compatible con esta patología, haga rápidamente una consulta médica para que el caso sea evaluado y, eventualmente, se pueda encarar un diagnóstico más específico.»
La evolución de la epidemia está siendo monitoreada por el Comité de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y ese grupo de trabajo emitió –el jueves pasado– un comunicado explicando que “todavía es demasiado pronto declarar que este brote de coronavirus constituye una emergencia sanitaria de preocupación internacional. Sí consideramos que es, por ahora, una emergencia grave y de alto riesgo para China”.
Según detalló Tedros Adhanom Gebreyesus, director de la OMS, la Organización Mundial de la Salud, “lo que podemos confirmar es que este virus puede causar una patología grave y mortal. Sin embargo, en la mayoría de los casos se constató que causa síntomas leves y solo uno de cada cuatro pacientes experimentó síntomas graves.
En los decesos se verificó que eran personas con enfermedades preexistentes –diabetes o problemas cardiovasculares–, afecciones que debilitan el sistema inmunológico”.
Este tema -le consta a los que monitorean las redes sociales- ha despertado interés e inquietud entre nosotros, pero en conjunto, la sociedad argentina se muestra menos alarmada que la europea. Es cierto que todavía no hay ningún caso entre nosotros.