El filme coreano «Parasite«, de Bong Joon Ho, dio el gran batacazo el domingo por la noche en la 92da edición de los premios Oscar al ganar como Mejor Película, convirtiéndose de esta forma en la primera cinta no hablada en inglés en ganar el máximo galardón de la Academia de Cine de Hollywood.
Así «Parasite» coronó una noche inolvidable en la que embolsó cuatro galardones: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Película Internacional y Mejor Guión Original, constituyéndose en la sorpresiva ganadora de la noche y derrotando a la gran favorita, «1917», de Sam Mendes, que prometía llevarse los lauros a director y película y se quedó solo con tres reconocimientos en rubros técnicos: Dirección de Fotografía, Mezcla de Sonido y Efectos Visuales.
Su presupuesto de producción fue de apenas u$s 11 millones y hasta el domingo llevaba acumulados un poco más de u$s 165 millones a nivel global, es decir que consiguió multiplicar 15 veces el dinero invertido. Se trata sin duda de uno de los mejores negocios del año en el sector del entretenimiento. Y esto, antes de ser nominado para el Oscar.
Para que se tenga una idea, la película «1917» una superproducción de 100 millones sin contar marketing, desde su estreno en diciembre recaudó u$s 287 millones. Parasite se estrenó en el Festival de Cine de Cannes el 21 de mayo 2019, donde se convirtió también en la primera película coreana en ganar la Palma de Oro, se lanzó en Corea del Sur el 30 de mayo de 2019, pero no fue sino hasta el mes de octubre que empezó a verse en las salas de los principales mercados del mundo, como Estados Unidos donde consiguió su mejor recaudación con u$s 35 millones. En Argentina se estrenó recién a mediados de enero de este año y lleva recaudados unos u$s 450.000 gracias a sólo 121.500 espectadores. Lógicamente es además la película surcoreana con mayor recaudación de la historia.
Pero con los premios y la consagración consumada, es un hecho de que muchas más personas se van a volcar a las salas de cine a verla, como siempre ocurre en estos casos, a pesar para muchos de su origen. A esto se le denomina el «Efecto Oscar», que se podría definir como el impulso económico que generan los premios y las nominaciones en las películas. El más rentable es, sin duda, el de Mejor película. Según la consultora IBISWorld, los nominados en esta categoría en los cinco años anteriores registraron un margen de beneficio del 250%. Spotlight, estrenada en 2015, fue nominada como Mejor película y Mejor guión original. Sus nominaciones hicieron que la taquilla repuntara durante esas semanas y posteriormente tras la entrega de los premios. Un tercio de su recaudación la consiguió tras ser nominada. En el caso de Argo o Los infiltrados, ambas fueron un éxito de público antes de las nominaciones, con más de u$s 100 millones, pero obtuvieron un 10% extra una vez que se vistieron de candidatas al premio.
El «efecto Oscar» alcanza también a actrices y actores, que suelen ver mejorados sus ingresos. «La mayoría de los agentes con los que he hablado dicen que un premio Oscar se correlaciona con un aumento del 20% en los ingresos para su próxima película», explica Jo Piazza, autor de Celebrity Inc.