Ayer se informó de la primera víctima fatal del CAVID-19 en Argentina, en el hospital Argerich, en Buenos Aires: del sexo masculino, de 64 años, llegó hace 12 días de Francia. Padecía de diabetes, hipertensión, bronquitis crónica e insuficiencia renal.
La confirmación de un noveno infectado con esta epidemia vino acompañada de la noticia de la muerte de esta persona. Según el parte médico oficial, la víctima llegó al país proveniente de París el 25 de febrero sin síntomas de coronavirus. Tres días después presentó somnolencia, falta de apetito, fiebre de 39/40°, tos y dolor de garganta, pero no se acercó a ningún centro de salud hasta el 5 de marzo.
Según su historia clínica, el paciente era diabético, hipertenso, padecía bronquítismo crónico, e insuficiencia renal crónica. Este jueves 5 concurrió a la guardia del Hospital Argerich con insuficiencia respiratoria, que requirió asistencia mecánica. Se le realizó el hisopado que se envió para panel virológico, que incluye la detección de coronavirus. Fue así que se confirmó esta infección.
El hombre vivía en el barrio porteño de San Telmo junto a su mujer, a quien se le recomendó aislamiento domiciliario, pero decidió acompañar a su esposo hasta el último momento.
Toda muerte es una tragedia única, tenga o no repercusión mediática. Pero vale la pena destacar una coincidencia: en esta misma semana y en la misma ciudad de Buenos Aires, aumentaron un 66% los casos de dengue y ya son 364 los confirmados.