El ministerio de Salud de la Nación informa que ayer fueron confirmados once (11) nuevos casos de COVID-19. Pertenecen a la ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, y la provincia de Buenos Aires. De los once, diez corresponden a casos con antecedentes de viaje a zona de riesgo, mientras que el otro pertenece a un contacto estrecho de casos confirmados. El total de casos confirmados en Argentina es de cuarenta y cinco (45), de los cuales dos (2) fallecieron. Los once nuevos pacientes están cumpliendo el aislamiento.
La aparición diaria de nuevos casos, más lo que sucede en EE.UU., donde Trump declaró la emergencia nacional y pidió para hoy un Día de Oración, hizo que el gobierno endurezca las medidas de prevención.
Lo de más consecuencias para la vida diaria: aunque la comunicación ha sido muy confusa, se da por hecho que hoy se anunciará que por los próximos 14 días, se suspenderán las clases en todos los niveles educativos del país.
Ya ayer Educación habilitó a las universidades de todo el país a suspender las clases presenciales por 14 días, y a permitir que estudiantes y docentes con patologías previas pudieran ausentarse de las aulas de manera justificada. El Nacional Buenos Aires y el Pellegrini ya no dan clases.
El ministro de Salud, Ginés González García: anunció un protocolo para restringir el ingreso de extranjeros por fronteras terrestres que hayan estado en zonas de circulación del virus en los últimos 14 días.
El Ministerio del Interior envió a las provincias el listado de quienes regresaron en los últimos 15 días de las zonas de riesgo para verificar «casa por casa» que estén cumpliendo con la cuarentena obligatoria. El ministro, Eduardo de Pedro, instruyó a la Dirección de Migraciones a llevar adelante el plan de control en todo el territorio y con el apoyo de cada una de las jurisdicciones.
De manera informal, se dijo ahí «El despliegue será grande. Incluso, la Justicia ya comenzó a saturarse con denuncias de este tipo, por incumplimiento de cuarentena. Lo que queremos es generar un shock para que todos reaccionen y se queden en sus casas«. (Según el DNU que firmó el presidente Fernández, la obligatoriedad de la cuarentena compete a los argentinos que lleguen al país provenientes de las «zonas afectadas» por la pandemia: Europa, Estados Unidos, Corea del Sur, Japón, China e Irán.
El control «casa por casa» comenzó a funcionar horas antes que se difundiera la nueva cantidad de casos (uno de ellos es un niño de cuatro años, residente en el Chaco).
El gobierno de Catamarca solicitó ayer a la Nación el cierre preventivo por al menos 30 días del Paso Internacional San Francisco, que la conecta con Chile. En esa línea, el Ministerio de Desarrollo Humano de Formosa activó el protocolo de prevención en la frontera con Paraguay, donde aislaron a una médica que llegó desde España al Aeropuerto Silvio Pettirossi de Asunción y, luego, pretendió cruzar la frontera hacia Formosa.
También hay preocupación en Mendoza por el constante ingreso de extranjeros, como paso clave al Pacífico. De hecho, hay turistas europeos y argentinos que arriban a Chile y luego ingresan vía terrestre a Mendoza por los principales pasos fronterizos, Cristo Redentor y Pehuenche, y no alertan a las autoridades.
El gobierno porteño emitió un protocolo de atención al público para todas las sedes gubernamentales, con recomendaciones para los ciudadanos en la gestión de trámites y servicios.
Las centrales obreras CGT y CTA ofrecieron al Gobierno las instalaciones hoteleras que tienen sus sindicatos para alojar a personas con casos sospechosos de coronavirus o pacientes infectados que presenten cuadros de baja complejidad y deban cumplir el aislamiento.
El Ministerio de Trabajo publicó anoche una resolución que establece: «Los empleadores y las trabajadores deberán facilitar y acatar las acciones preventivas generales y el seguimiento de la evolución de las personas enfermas o que hayan estado en contacto con las mismas que determine la autoridad sanitaria nacional». Se sugiere «establecer condiciones para realizar tareas desde el hogar, en el marco de la buena fe contractual».