El Presidente Alberto Fernández supervisa la participación militar en la lucha contra el coronavirus

El presidente Alberto Fernández, acompañado por el ministro de Defensa, Agustín Rossi, convocó a Olivos a los jefes de las Fuerzas Armadas para coordinar las acciones de ayuda humanitaria y apoyo a la comunidad que llevan adelante los militares en distintas zonas del país ante el avance del coronavirus.

Se realizó también una videoconferencia con los 14 comandantes conjuntos encargados de coordinar las tareas de reconocimiento aéreo y terrestre de las Fuerzas Armadas, así como el alistamiento de medios logísticos y sanitarios en zonas de emergencia.

El Presidente destacó la colaboración de los efectivos militares y puso de relieve que las acciones se realizan » respetando las leyes de seguridad interior y de defensa nacional «.

El ministro de Defensa aseguró que los 90.000 hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas están comprometidos con el combate contra la pandemia, y recordó que el primer lugar donde se aplico el protocolo y las restricciones recomendadas por el Ministerio de Salud fue en las bases antárticas. Lo acompañaban los jefes del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Juan Martín Paleo ; el comandante operacional, general Martín Deimundo Escobal ; y los jefes del Ejército, general Agustín H. Cejas ; de la Armada, contralmirante Julio H. Guardia , y de la Fuerza Aérea, brigadier Xavier Isaac .

El Ejército está trabajando para desplegar el Hospital Militar Reubicable, que funcionará asociado al Hospital Militar de Campo de Mayo, lo que ampliará la capacidad de camas.

La Fuerza Aérea está alistando dos Hércules C 130 para viajar hoy sábado a Lima y repatriar el domingo a ciudadanos argentinos que quedaron varados en Perú. Se aprovecharán los vuelos para llevar a ciudadanos peruanos que quedaron varados en la Argentina por la epidemia.

En la Brigada de Monte III, de Resistencia, se desplegaron carpas para controlar los equipos y elementos necesarios para ayudar a la comunidad. Por ejemplo, materiales y carpas que podrían usarse como alojamiento o comedores; también, incluso, tener un uso sanitario.

El ministro Rossi constituyó esta semana un Comité de Emergencias de Defensa para sumar el apoyo de las Fuerzas Armadas a las operaciones de prevención del Covid-19. Lo integran los jefes del Estado Mayor Conjunto y de las fuerzas militares, que se reúnen todas las mañanas en el edificio Libertador, junto con los cuatro secretarios y dos subsecretarios del gabinete del ministro, para planificar las acciones.

El Hospital Reubicable

El Hospital Militar Reubicable fue puesto en marcha por el Ejército a fines de 2017 y está formado por más de diez contenedores que permiten conformar un complejo sistema de atención médica. Tiene capacidad para diagnosticar y atender pacientes durante los despliegues operacionales y funcionar en forma autónoma.

Se lo utiliza habitualmente en campaña y para cubrir necesidades de emergencia, ante desastres naturales y situaciones de apoyo a la comunidad.

Curiosamente, el origen de estas instalaciones sanitarias móviles es China. Se lo presenta como una alternativa intermedia entre los puestos de socorro que ofrecen habitualmente las brigadas de las Fuerzas Armadas y el hospital militar convencional. En general, funcionan en tres unidades específicas: médica, de internación y logística, que operan en forma integrada.

Rossi explicó que trabaja «codo a codo» con el Ministerio de Salud y que las Fuerzas Armadas tienen a disposición de la emergencia los tres hospitales militares de la ciudad de Buenos Aires: el Hospital Militar Central, el Hospital Naval, que la Armada tiene en Caballito, y el Aeronáutico, de la Fuerza Aérea, en Pompeya. Además, se están alistando los dos hospitales militares desplegados en Córdoba, otros dos en Bahía Blanca, uno en Mendoza y otro en Salta, para ampliar la capacidad de camas.

A esa disponibilidad se suma el trabajo de los laboratorios de las Fuerzas Armadas, que multiplicaron la producción de alcohol en gel, para ponerlo a disposición de las necesidades sanitarias, y de la Sastrería Militar, que concentró su actividad en la producción de barbijos, sábanas para los centros quirúrgicos y camisolines y cofias para médicos y enfermeros de todo el país.

VIALa Nación