Suecia, un país con la cuarta parte de la población de Argentina, con un alto nivel de vida e instituciones democráticas sólidas, apostó para enfrentar la pandemia a la buena conducta de sus ciudadanos. Ayer registraba 8.419 casos de coronavirus y 687 muertes por esa causa. Todavía falta para saber el final de la historia, allí y aquí. Pero el mensaje es claro: el aislamiento obligatorio es necesario.
Reproducimos esta crónica de AFP: «ESTOCOLMO.- El país que adoptó medidas más flexibles a la hora de combatir la pandemia del coronavirus, sufre un duro revés. Suecia registró más de 100 muertes por Covid-19 en las últimas 24 horas y frente a estas nuevas cifras, las medidas podrían empezar a endurecerse.
Este país de 10,3 millones de habitantes tiene hasta ahora 8.419 casos y 687 fallecidos, cifras mucho más altas que la que se observa en sus vecinos nórdicos, según la Agencia de Salud sueca.
La semana pasada, Anders Tegnell, epidemiólogo de la Agencia de Salud pública, explicó que si bien Suecia había registrado una curva de contagios relativamente plana hasta ahora, las cifras comenzaban a profundizarse . Sumado a esto, los servicios de salud se encuentran con falta de equipamiento y de personal.
En el reino escandinavo, la población no está confinada como en otros países europeos para frenar la epidemia. El gobierno pidió a la población «tomar responsabilidades» individuales y a hacer caso de las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Entre las medidas más estrictas adoptadas hasta ahora figuran la prohibición de las concentraciones de más de 50 personas y las visitas a las residencias de ancianos.
La manera en la que Suecia está gestionando la crisis sanitaria despertó fuertes críticas a nivel nacional como internacional , pero el gobierno defiende sus iniciativas, tildadas de pasivas. «No estamos haciendo como si no ocurriese nada en Suecia», consideró la ministra de Salud, Lena Hallengren.»