La brecha entre el dólar «blue» y el legal se acerca al 70%. Preocupación y medidas

Después de otra jornada más de vorágine cambiaria en la Bolsa y en el mercado paralelo, donde el dólar blue llegó a $ 120, la Comisión Nacional de Valores decidió establecer límites a la tenencia de depósitos en moneda extranjera que están en cartera de los Fondos Comunes de Inversión (FCI), tratando de frenar la demanda del billete verde. Una medida para tratar de evitar las maniobras -bautizadas como «contado con liqui», CCL, y MEP- para hacerse de dólares, al precio que sea, y llevarlos al exterior (o a cajas de seguridad).

La CNV, como ente regulador, emitió ayer la Resolución General N°835/20, fijando un límite del 25% a la tenencia de divisas en los fondos en pesos y también los nominados en dólares pero que emitieron cuota partes en moneda local, de acuerdo con los términos de l emitida este jueves.

Para evitar perjuicios a los inversores, dispuso un cronograma escalonado de adecuación de las carteras (liquidación de la tenencia por encima del tope fijado), mientras que suspendió la suscripción de cuota partes en una moneda distinta a la moneda del Fondo. Al mismo tiempo, aclaró que habrá una excepción para los fondos bajo el Régimen de Repatriación de Activos.

Además de estas regulaciones de la CNV que buscan aplacar la fuerte suba de CCL y MEP, el Banco Central dispuso ayer una suba de la tasa de pases de 11,4% a 15,2%, y decidió que los fondos T+0 no tengan la obligación de contar con encajes, lo que permitirá una mayor remuneración de esos depósitos y, por ende, un menor atractivo a la participación en cauciones para obtener dólares

La semana pasada la autoridad monetaria ya había prohibido a los bancos operar con cauciones en la bolsa, y había definido una tasa mínima para los plazos fijos a 30 días (70% de la tasa de referencia, hoy en 38%), con el objetivo de quitarle presión a los dólares bursátiles.

Sin embargo, la tensión se incrementó esta semana en los dólares libres, en medio de la renegociación de la deuda soberana. El dólar blue alcanzó ayer un nivel histórico de $ 120 en el circuito financiero informal, mientras el contado con liquidación avanzó por encima de los $ 114, aunque luego se desinfló, y la brecha con el mayorista llegó a superar el 72%.

El Gobierno señala que detrás de las recientes subas existen maniobras especulativas, tal como afirmó la semana pasada el presidente del Banco Central, Miguel Pesce. Por eso, la Unidad de Información Financiera salió ayer a recordarles a las entidades financieras su obligación de informar las operaciones de gran volumen, las que impliquen transferencias al exterior y de todas las cuentas comitentes, para identificar a quienes están operando con Contado con Liquidación y Dólar MEP.

En un documento titulado «Comunicado a Sujetos Obligados sobre Operaciones CCL y Dolar MEP», la UIF exhorta a las entidades a «cumplir responsablemente con sus obligaciones» y les pidió que «extremen sus recaudos tendientes a valorar adecuadamente los factores de riesgo de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo de esas operaciones».

Según manifestó la UIF, el organismo «observa activamente el aumento de las magnitudes en las operatorias de Contado con Liquidación y Dólar MEP generado durante las últimas semanas». En ese sentido, señaló que «la necesidad de que los Sujetos Obligados efectúen, en tiempo y forma, los reportes sistemáticos previstos en el artículo 42 incisos a) y b) de la Resolución UIF N° 30/2017 y en el artículo 38 inciso a) de la Resolución UIF N° 21/2018».

Estos artículos establecen la obligación de reportar sistemáticamente el Reporte de Transacciones en Efectivo de Alto Monto (RTE), que incluye a las transacciones realizadas en moneda local o extranjera que involucren movimientos superiores a $ 280.000.

También abarca el Reporte de Transferencias Internacionales (RTI) para todas las transacciones que involucren transferencias de fondos entre cuentas radicadas en el país y cuentas radicadas en el exterior. Por último, las entidades deberán informar el listado de cuentas comitentes y las transferencias internacionales de valores negociables.

En la falible opinión de AgendAR, el factor central de esta «tormenta cambiaria» -más allá de las previsibles operaciones- es la huida del peso; la decisión de los que tienen fondos, grandes o pequeños, de cambiarlos por dólares, hasta arriesgando sanciones legales. Aunque, ya lo dijimos hace poco, no es un buen momento para la divisa norteamericana.

No se trata entonces -estimamos- de «presiones inflacionarias causadas por la emisión». No hay ninguna presión del consumo sobre los precios, salvo en pequeños sectores de insumos médicos y artículos de limpieza. Pero si las autoridades económicas no consiguen que los poseedores de pesos no corran a cambiarlos por dólares, habrá dos consecuencias negativas e inevitables: los exportadores no querrán vender al cambio oficial, y esta devaluación desordenada se trasladará, más temprano que tarde, a los precios.

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