Ni siquiera la Casa Blanca, uno de los edificios más seguros del mundo, está a salvo de lo que Donald Trump suele llamar “el enemigo invisible”.
Tres miembros del equipo de trabajo para el coronavirus del Ejecutivo, incluido el epidemiólogo Anthony Fauci, la cara visible de la divulgación científica sobre el virus para los estadounidenses, a quien mencionan como «el científico más preocupado del mundo», y el único que se anima a desmentir a Trump, han decidido ponerse en cuarentena, después de haber tenido contacto con al menos una persona que dio positivo en una prueba de la covid-19, la enfermedad provocada por el patógeno.
Además de Fauci, de 79 años, que define su contacto como de “bajo riesgo”, se pondrán en cuarentena los doctores Robert Redfield, director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), y Stephen Hahn, comisionado de la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA). A los tres, como a parte del personal de la Casa Blanca, se les realizan pruebas de diagnóstico del coronavirus con regularidad, la última el viernes pasado, y siempre han dado negativo. Pero, como medida de precaución, teletrabajarán desde casa durante las próximas dos semanas.
La cuarentena de los tres doctores se produce después de que dos trabajadores del entorno del presidente Donald Trump y el vicepresidente Mike Pence, coordinador de la emergencia del coronavirus, dieran positivo esta semana en pruebas diagnósticas de covid-19. Se trata de la portavoz de Pence, Katie Miller, y un asistente militar del presidente no identificado. La respuesta ante los dos positivos ha vuelto a arrojar dudas sobre la eficacia con la que la Casa Blanca actúa para mantener un entorno de trabajo seguro para el presidente.
Por otro lado, se desmintió que el vicepresidente, Mike Pence, entrará en aislamiento después que su vocera dió positivo. Se anunció que «se tomarán precauciones» en sus contactos con el personal de la Casa Blanca.
El presidente Trump, por su parte, insiste en no utilizar mascarilla protectora, como su propia Administración recomienda a los ciudadanos. No la llevó el sábado en una reunión con altos mandos militares, al menos durante el tiempo en que lo pudieron ver los periodistas. Incluso se dejó ver a cara descubierta, el pasado martes, durante una visita en Arizona precisamente a una fábrica de mascarillas. Hace ya un mes, el pasado 3 de abril, cuando él mismo anunció las directrices de los CDC, que recomendaban utilizar mascarillas para evitar la propagación del virus, señaló que él mismo no las respetaría. “Lo pueden hacer. No lo tienen que hacer. Yo elijo no hacerlo”, dijo Trump.
Las últimas cifras registradas de la pandemia en EE.UU. son de 1.367.638 casos y 80.787 muertes.