GINEBRA. – La OMS abogó por la liberación de la vacuna contra el Covid-19, pero EE. UU. rechazó el concepto. Y la fuerte presión de Trump, que amenazó con abandonar el organismo, hizo que ayer la Asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aceptara iniciar una “evaluación independiente” de la respuesta de la institución a la pandemia del coronavirus, que ya se cobró más de 318.000 vidas en el mundo.
Sin embargo, contra la resistencia del presidente Donald Trump, el organismo emitó una declaración donde destaca la necesidad de que una futura vacuna contra la enfermedad sea “un bien público global”.
Los 194 países miembros de la OMS cerraron así la Asamblea Anual del organismo con una resolución que prevé iniciar “lo antes posible un proceso de evaluación imparcial, independiente y completo” de la acción internacional coordinada por la OMS ante la epidemia global. El acuerdo es una respuesta a las acusaciones del presidente Trump, quien argumentó que la institución es una “marioneta de China”, amenazó con congelar indefinidamente la financiación de esta agencia de la ONU e incluso con retirar la membresía de su país si no hace “mejoras sustanciales” en 30 días.
Pese a las respuestas de China, que acusó a Trump de atacar al país para “eludir sus obligaciones” ante la OMS, y otras potencias como Rusia o la Unión Europea, el organismo terminó aprobando esta resolución que encomienda realizar una “evaluación independiente” de su actuación en la pandemia, aunque sin dar precisiones respecto a tiempos y formas.
Por otro lado, en una derrota relativa de Estados Unidos y de Gran Bretaña, el organismo reclamó en su declaración final una flexibilización de las normas sobre patentes respecto a una eventual vacuna contra la pandemia, para brindar un “acceso universal, rápido y equitativo y la justa distribución de todos los productos y tecnologías esenciales para la salud”, subrayando que el medicamento debe considerarse como “un bien público mundial”. Sin embargo, la resolución no obliga a las empresas farmacéuticas a compartir sus patentes.
Estados Unidos se sumó al consenso sobre una resolución de la Unión Europea planteando la necesidad del manejo global de la pandemia del coronavirus, pero se distanció de sus recomendaciones sobre la propiedad intelectual.
En un comunicado, la misión estadounidense ante Naciones Unidas en Ginebra dijo que la revisión de la pandemia garantizará «una comprensión completa y transparente de la fuente del virus, elcronograma de los hechos (…) y el proceso de toma de decisiones para la respuesta de la OMS». Al mismo tiempo, se «disocia» de las referencias en la resolución a la propiedad intelectual bajo el denominado acuerdo «TRIPS», que permite a los gobiernos exigir la licencia obligatoria de medicinas y vacunas durante una emergencia sanitaria.
Este lenguaje «enviaría un mensaje equivocado a los innovadores, que serán esenciales para las soluciones que necesita todo el mundo», afirma el comunicado del gobierno de los EE.UU.
Por supuesto, todavía está pendiente el tema decisivo en los hechos: ¿En cuál país o países se desarrollará primero una vacuna eficaz y en condiciones de ser producida en gran escala? Recién entonces se sabrá la política que será aplicada.