Uno de los procedimientos más frecuentes y riesgosos realizados por los trabajadores de la salud en la pandemia de COVID-19 es la toma de muestras a pacientes, como los hisopados nasales y faríngeos, por el riesgo de transmisión de partículas virales a través de aerosoles.
Ahora, un equipo de físicos e ingenieros está desarrollando una cabina, del tipo “caja de guantes”, para realizar la toma de manera más segura.
“Las cabinas podrían instalarse en hospitales, establecimientos de salud y también en centros móviles para testeos masivos”, puntualizó Laura Steren, investigadora en el nodo Constituyentes del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología (INN), Villa Martelli, que depende del CONICET y de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Y agregó: “La idea de este proyecto surgió a partir de la inquietud que sobre el tema de bioseguridad nos manifestara un grupo de médicos del Hospital Argerich”.
Los gabinetes en desarrollo tienen atmósfera filtrada y presión controlada. Y el diseño propuesto, del que también participa la empresa rionegrina INVAP, en Bariloche, contempla la toma, manipulación y transporte de muestras, así como la desinfección de la cabina. Asimismo, organiza el desplazamiento del público y personal médico en forma segura e independiente.
“La seguridad de los trabajadores del sistema de salud es un factor crítico para preservar su solidez”, destacó Steren, quien dirige el Laboratorio de Nanoestructuras Magnéticas y Dispositivos del INN y también es profesora del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
El proyecto ya superó la etapa de diseño, y ahora los investigadores avanzan hacia la fase de fabricación y los ensayos posteriores, en planta y luego en hospital. Tendrán bajo costo.
“La expectativa es que puedan empezar a usarse en 4 o 5 meses”, dijo Steren, quien hace un par de años abrió una nueva línea en el grupo dedicada al desarrollo de una plataforma tipo “lab-on-a-chip” para diagnóstico temprano de enfermedades infecciosas mediante sensores magnéticos.
La iniciativa fue una de las seleccionadas en la convocatoria de la Agencia de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación en el marco de la Unidad COVID-19, que impulsa el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
“Observo con mucho orgullo la reacción rápida de nuestra comunidad científica, tan castigada en los últimos años, para enfrentar la pandemia”, afirmó Steren, investigadora principal del CONICET.