Estados Unidos cree que ha llegado el momento de “reiniciar» la Organización Mundial del Comercio (OMC), cuyas resoluciones en materia de aranceles aduaneros están «desactualizadas», afirmó este miércoles 17 de junio el representante de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, y pidió «reformas estructurales».
Este no es un planteo coyuntural. Forma parte de una política consistente de la administración Trump. “Hoy, las resoluciones arancelarias vigentes están desactualizadas y ya no reflejan las decisiones políticas de los países miembros y las condiciones económicas de los miembros”, dijo Robert Lighthizer, en el testimonio sobre la agenda comercial del presidente Trump que presentó ante comités de la Cámara de Representantes y el Senado.
“Como resultado, muchos países con grandes economías desarrolladas mantienen tasas arancelarias muy altas, mucho más altas que las aplicadas por Estados Unidos”.
Continuó diciendo que «el Gobierno de Donald Trump busca “garantizar que los aranceles reflejen las realidades económicas actuales, para proteger a los exportadores y trabajadores estadounidenses.»
Trump ha denunciado constantemente el trato “injusto” de la institución hacia Estados Unidos, particularmente en la solución de disputas comerciales.
“La OMC ha tratado efectivamente a una de las economías más libres y abiertas, con un enorme déficit comercial, como el mayor abusador comercial del mundo”.
“Hasta la fecha, se han presentado más de 150 casos contra Estados Unidos en la OMC, mientras que ningún otro miembro se ha enfrentado a un centenar. Peor, hasta el 90% de estas disputas resultaron en un informe que encontró que Estados Unidos tenía al menos parcialmente la culpa”, concluyó el representante de Comercio en el gabinete de Trump, Lighthizer.
Vale la pena recordar que la OMC está encabezada por un Director General, y después de la renuncia anticipada del brasileño Azevêdo, el proceso de selección de un nuevo Director se inició el 8 de este mes de junio.
Durante 30 días, los países miembros pueden presentar sus nominaciones.
Hasta hoy, solo cuatro países han presentado candidatos. México fue el primero, al nominar al economista Jesús Seade Kuri, su negociador en el T-MEX (el nuevo acuerdo comercial con EEUU y Canadá, que reemplazó al NAFTA a instancias de Trump). Argentina ya le comprometió su apoyo.
Nigeria y Egipto fueron los siguientes al nominar a Ngozi Okonjo Iweala y Abdel-Hamid Mamdouh, respectivamente. La primera cuenta con amplia trayectoria en finanzas, economía y desarrollo internacional tanto en el ámbitopúblico como privado. El segundo, por su parte, es abogado con más de 15 años como Director de la División de Comercio en Servicios e Inversiones de la OMC. Finalmente Moldova presentó como candidato al ex Canciller Tudor Ulianovschi.
También, circulan otros nombres como los de Arancha González Laya, ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España; Eloi Laourou, embajador de Benin en Naciones Unidas; y Phil Hogan, el Comisario de Comercio de la Unión Europea.
En los pasillos, se murmura que el candidato mexicano contará con el muy influyente apoyo de los EE.UU. Argentina deberá seguir el tema de cerca, porque, aunque el cargo no tenga funciones ejecutivas más allá de la voluntad de los países miembros, la OMC ha sido una de las instituciones claves del orden económico mundial en los últimos 30 años. Esta elección indicará la dirección del viento. O de los que soplan más fuerte.