Reproducimos aquí este gráfico que elaboró el contador Martín Barrionuevo, con datos de la John Hopkins University y del Fondo Monetario Internacional, pero no para estimular el conocido ego argentino (aunque en las últimas décadas se ha hecho más frecuente, al contrario, el desprecio por el país propio expresado en voz alta).
Es necesario reconocer que algunos países -no incluidos en este cuadro- han han obtenido mejores resultados en la prevención de contagios; cuentan con mayores recursos tecnológicos disponibles, una burocracia más eficiente, y, en la mayoría de los casos, menor población.
Lo que este cuadro muestra es que las consecuencias económicas de la pandemia son inescapables, y son peores, justamente, en las economías más grandes e integradas globalmente. El impacto de la pandemia ha sido -ya lo hemos dicho en AgendAR- tan importante e inescapable como el de una guerra. El desafío, que pondrá a prueba a los gobiernos, será conseguir recuperarse. Y en cuánto tiempo.