La Ciudad de Buenos Aires comenzó a implementar la semana pasada los tests por saliva, un nuevo método de PCR para diagnosticar a los “contactos estrechos”. En los primeros días, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, confirmó que el 20% dio positivo, aunque no tenían síntomas.
«Estamos tomando la PCR por saliva a todos los convivientes. Hasta el día de hoy el 20% de los contactos asintomáticos dio positivo. Esto muestra la intensidad de la enfermedad asintomática y la forma de transmisibilidad que tiene este virus«, explicó Quirós, en su habitual conferencia de prensa.
Además de ampliar la capacidad de testeos en la Ciudad, las nuevas pruebas evitan que el contacto estrecho tenga que salir para dirigirse al centro de salud.
«Testeamos a todos los contactos estrechos de la persona enferma, tengan o no síntomas. Si tiene síntomas le hacemos el hisopado y si no, le hacemos la toma de saliva», agregó. Según informó la Ciudad, esta muestra es mucho más fácil de recoger y tiene un «88% de equivalencia con los resultados de una PCR».
Hasta ahora, estas pruebas por saliva se realizan en los operativos DetectAR que el Gobierno porteño lleva adelante en diferentes barrios.
¿Cuáles son los requisitos?
Principalmente que la persona no presente síntomas compatibles con la enfermedad y sea conviviente de un caso positivo, que esté pasando entre el quinto y séptimo día desde que fue confirmada su PCR. En segundo lugar está la «preparación» para el test: la persona no debe haber ingerido alimentos o haberse hecho higiene bucal en las últimas tres horas. Si cumple con esa condición, el operador la guiará para brindar una muestra de su saliva en un recipiente, que luego será analizada.