Barbijos argentinos antivirales se exportan a Estados Unidos y Europa

Hace un mes y una semana anunciamos en AgendAR que un equipo de investigadores de la UBA y de la Universidad de San Martín habían desarrollado barbijos y otros elementos protectores con una tela que incorpora nanocomponentes que le aseguran propiedades antivirales, antibacteriales e impide la formación de hongos.

Lo que no nos imaginamos entonces es que los barbijos iban a ser en pocas semanas un «boom» en exportaciones a Europa y Estados Unidos. Actualizamos entonces la información:

Por la pandemia global de COVID-19 las personas, y las empresas debieron modificar  sus rutinas de higiene para evitar el contagio del virus. En este contexto, científicos argentinos crearon un barbijo con triple capa protectora con activos antivirales, bactericidas y antihongos al que llamaron «Atom-Protect». El ANMAT aprobó su comercialización, solo para uso social. Sólo es inferior al famoso N95, destinado a médicos y enfermeros.

Fue desarrollado por científicos del Conicet, de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), con el apoyo de la PyME textil Kovi S.R.L. Producirán hasta 6 millones de barbijos por mes y su fabricación ya comenzó.

Los barbijos Atom-protect están fabricados con nanotecnología: cuentan con telas tratadas con activos antivirales, bactericidas y fungicidas. Su acción fue testeada con éxito en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y en el Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Un barbijo equivale a 15 barbijos descartables. Hace menos de un mes comenzó su comercialización y ya están siendo exportados.

“Nuestro grupo de trabajo asesoró y acompañó a las empresas destinatarias en la implementación de las buenas prácticas de fabricación, la confección del registro maestro del producto y la gestión del riesgo”, dijo Griselda Polla, investigadora del INTA. En el futuro su objetivo es fabricar ropa con la misma tela por sus propiedades antivirales y fungicidas.

“Esto es nanotecnología de La Matanza para el mundo”, afirmó Alan Gontmaher, gerente de Kovi, la empresa encargada de la fabricación y distribución de los barbijos ubicada en La Matanza.

Los barbijos pueden comprarse en la fábrica al por mayor o en la tienda online. Cada barbijo cuesta $324 pesos y 40 unidades $10 mil. También ofrecen una caja “máster” de 320 unidades. Están siendo exportados por un valor de US$ 38 o de 20 euros.

a tela de los barbijos Atom-protect es de algodón y poliéster. Están compuestas de un polímero eco-friendly que facilita la retención de agentes activos basados en plata y cobre.

“Pensamos qué materiales inactivan el virus o disminuyen el riesgo de infección. Surgió la idea de armar barbijos con compuestos activos con efecto antibacterial y virucida”, contó Lucas Guz sobre el proyecto. Los materiales son accesibles y permiten la producción masiva.

“Hicimos un análisis morfológico de las telas fabricadas con componentes industriales por microscopía electrónica de barrido, lo que nos permitió comprobar la regularidad en la aplicación de los activos. Para determinar la actividad antimicrobiana de la tela activa realizamos ensayos basados en normas internacionales”, explicó Roberto Candal.

“En mayo terminamos el desarrollo. Se hizo a la velocidad de la luz y con una inversión desmedida. Lo hicimos con fondos propios y meses después recibimos el apoyo del Banco Nación”, contó Gontmaher.

“Nosotros hicimos nanotecnología para todos. La demanda es enorme porque no hay nada parecido. Nos están escribiendo de Europa, de América, de todos lados. Es barato y una solución real al problema”, agregó Gontmaher.

El grupo de científicos que trabajó en la fabricación y desarrollo del barbijo Atom-protect está integrado por Silvia Goyanes, Ana María Llois, Griselda Polla, Roberto Candal, Patricio Carnelli, Lucas Guz, Belén Parodi y Alicia Vergara Rubio. La pyme Kovi S.R.L. tiene licencia para comercializar el barbijo por 10 años. La UNSAM y la UBA recibirán regalías por el desarrollo.

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