Fernando Polack es el médico argentino, director de Fundación Infant, que el laboratorio estadounidense Pfizer designó para probar en la Argentina la vacuna contra el coronavirus que fabrica junto a la compañía alemana BioNTech. El testeo de la vacuna en voluntarios se realiza desde principios de este mes en las instalaciones del Hospital Militar Central donde hasta hace unos días se lo veía a Polack ir y volver por los pasillos con la nariz y la boca tapadas con su barbijo.
Pero Polack dejó de ir al Hospital para cumplir con el aislamiento obligatorio debido a que fue diagnosticado de coronavirus. En realidad fue su segundo diagnóstico positivo porque ya había estado infectado hace unos meses.
Polack recordó: “En la segunda quincena de abril me fui a dormir con una leve molestia en la garganta que se transformó en la mañana en febrícula, un poco de tos y decaimiento. Cuando casi no circulaba el SARS CoV2 en Buenos Aires y recién se iniciaba la cuarentena, terminé pasando 14 días en casa con un cuadro leve de coronavirus que desapareció como vino”.
El médico, que también está realizando un estudio sobre la utilización de plasma de convalecientes para mitigar los efectos del coronavirus, explicó cómo fue su segunda infección: “Hace un par de semanas un contacto estrecho empezó con síntomas y luego fue diagnosticado con COVID-19. Mi primer hisopado entonces fuenegativo. He tenido varios hisopados negativos después de mi primer episodio, pero un día más tarde me sentí un poco cansado y luego perdí el olfato. Esta vez el testde PCR confirmó que me había reinfectado levemente como es enteramente esperable en todos los seres humanos que contraen enfermedades respiratorias virales. Por suerte el segundo episodio se ha terminado”.
Agregó: “En general, las temporadas virales duran dos o tres meses y para cuando nuestras defensas en la nariz se acabaron los virus han emigrado al hemisferio norte. Entonces tenemos un episodio cada año o cada par de años. Pero como el coronavirus se ha quedado por un buen tiempo en Buenos Aires, se producen los recontagios. Y también me tocó a mí”.
Esta semana Polack había afirmado –basado en su larga trayectoria como experto en enfermedades respiratorias– que era lógico que los pacientes concoronavirus se reinfectaran. Ahora amplió la explicación: “Todas las infecciones virales respiratorias funcionan igual. Los anticuerpos protegen muy bien y por buen tiempo el pulmón, y mal y por corto tiempo la nariz. Esto explica que nos resfriemos una y otra vez en los inviernos y permite que cambiemos esa molestia por defensas que en cada nuevo episodio son refinadas por el cuerpo para ser mejores. Las reinfecciones son la regla en estas enfermedades respiratorias y no tienen nada de especial. Son normalmente leves y mantienen la memoria inmunológica para que el cuerpo pueda decir ’yo a este virus lo conozco’ la próxima vez que aparece”.
Polack ya había dicho lo mismo hace pocos días, ante el caso de la reinfección confirmada en Hong Kong:
«Todas las enfermedades virales respiratorias se reinfectan. No existe ninguna en la Tierra que no lo haga. Para la inmunidad contra virus respiratorios siempre es más fácil proteger los pulmones que la nariz y la faringe, por lo tanto nos pasamos la vida con resfríos, catarros, tos, dolores de cabeza, mucosidad y no con neumonías».
«Este es un virus que aparece por primera vez cuando muchos de nosotros somos mayores, o sea que debuta comportándose en nuestro cuerpo como se comportan normalmente los virus en los más chiquitos, cuando causan infección. El coronavirus tiene la particularidad en causar enfermedades severas en los pacientes más grandes, pero parte de esa enfermedad severa está basada en que nunca había generado malestar en esos sujetos«.
«De todas maneras, aunque el organismo genere defensas, pretender que esas defensas esterilicen el cuerpo para toda la vida sin pensar jamás en volver a contraer coronavirus están fuera de la realidad y de la naturaleza. Eso no ocurre. Lo que sí sucede es que durante un tiempo los virus dejan de infectar porque el cuerpo está en alerta y después, para mantenerse alerta, libera las defensas de la nariz, mantiene las defensas en el pulmón y utiliza la nariz como un sensor que le recuerda a aquellos enemigos que están circulando y contra los cuales tiene que prestar atención. Al fin y al cabo, un resfrío no es mucho problema para nadie, entonces lo que el cuerpo negocia es inmunidad con resfrío y protección contra neumonías y cosas más severas. Eso no quiere decir que no pueda haber algunos elementos severos asociados a infecciones secundarias, pero son la excepción».