Ayer martes 10 se registraron 35.096 contagios y 580 muertos por coronavirus en Italia. La pandemia sigue en expansión y crece el número de científicos y especialistas que presionan en favor de una cuarentena nacional rígida de al menos un mes, para impedir que colapse en pocas semanas el sistema sanitario, que no da abasto para atender a los miles de pacientes que se suman todos los días en los hospitales.
El gobierno del primer ministro Giuseppe Conte se resiste porque el precio de la cuarentena sería enorme en términos económicos, e intenta diferenciar la situación entre las veinte regiones divididas en tres áreas, según la gravedad de la pandemia.
Veinticinco millones de italianos han sido incluidos en el área intermedia de riesgo, llamada naranja, incorporando a Veneto, Umbría, Toscana y Liguria, que se agregaron a Puglia y Sicilia.
En el área roja se encuentran Lombardía y Piamonte, las dos regiones del norte más castigadas, junto con el Valle de Aosta y la sureña Calabria, que padece una gran fragilidad en su sistema sanitario. En esta zona se imponen las mayores restricciones, que incluyen el cierre de todos los comercios, salvo los de ventas de alimentos y medicamentos, la necesidad de pedir autorización para salir de los domicilios y la prohibición de cruzar a otra región o alejarse del lugar de residencia.

Un paciente con Covid-19 sube a una ambulancia para ir al hospital en Milán, Italia, este martes. Foto: AP
En todo el país se aplica un toque de queda entre las 22 y las 5 de la madrugada. Además los medios de transporte pueden funcionar al 50% de su capacidad.