Los «freezers» argentinos para la campaña de vacunación masiva

Cada día aparece una noticia acercando más la aprobación de una vacuna para el COVID-19. Pero el dato clave no es cuál de los desarrollos sea aprobado antes -en la Unión Europea, la de la vacuna de Pfizer está prevista para el 29 de diciembre y la de Moderna para el 12 de enero- sino la logística compleja de una campaña de vacunación masiva.

Un elemento definitorio entre las vacunas de Pfizer, Moderna, AstraZeneca o Sputnik V es la temperatura a la que deben conservarse. Como volvimos a advertir en AgendAR hace pocos días en una nota extensa sobre las vacunas para la Argentina, la de Pfizer debe permanecer a –80º C (ochenta grados Celsius bajo cero) hasta el momento de la inyección. Si se piensa en vacunar a millones de personas, a través de territorios nacionales, más que una vacuna para ricos es una vacuna para países ricos, con una buena red de trasportes y no muy extensos.

De todos modos, con el recuerdo aún fresco de problemas varios de insumos que se vivieron durante la pandemia, los organismos oficiales del Gobierno nacional ya están en comunicación con una de las empresas nacionales que producen «ultrafreezers» en Argentina. Y Córdoba y Mendoza ya han preguntado sobre la disponibilidad. Pero es necesario tener claro que la producción nacional de estas supercongeladoras tiene límites muy precisos.

Varios medios locales ya han consultado a una de las dos empresas en nuestro país que fabrica estos super congeladores. Se trata de Righi Ultrafreezers que a través de su gerente comercial Nicolás Novello explicó los plazos y posibilidades de cumplir con las necesidades de tamaña logística.

¿Qué son los ultrafreezers y para qué se usan?

Un ultrafreezer es un refrigerador de ultra baja temperatura, generalmente de 80 grados bajo cero. Se usa principalmente para investigación, almacenamiento, congelamiento de sangre o plasma. También lo usan las empresas farmacológicas o del agro. Explicaba Novello que no se trata de heladeras domésticas, sino de herramientas de estricto uso industrial.

El gobierno nacional se comunicó con Righi ultrafreezers según confirmó el gerente comercial. Fue de manera gradual donde en un primer momento se preguntó por la capacidad productiva y cuáles serían los requerimientos económicos para aumentarla. Luego hubo un espacio de asesoramiento ya que según la vacuna que finalmente se disponga «es el tipo de almacenamiento que corresponde. No es lo mismo que se necesite una temperatura de menos 20 grados que puede usarse un freezer común aunque no doméstico o que requiera llegar a menos 80 grados que sería ya un ultrafreezer».

Hay distintas provincias que consultaron o incluso ya encargaron refrigeradores de ultra baja temperatura. Novello asegura que Córdoba encargó unos 100. Desde Righi ultrafreezers cuentan que desde Mendoza se ha consultado por unos 10 o 20 de estos refrigeradores, «aunque aún no hay nada cerrado».

¿Llegan los ultrafreezers a tiempo para empezar a vacunar en enero?

En tiempos normales, como se está trabajando actualmente en Righi, «se están ofreciendo los productos a 70 días de que se define una compra. Para lo que es la línea de freezers se pueden producir 25 por mes y de los ultrafreezers 5 o 6 por mes». Por lo que si cada uno de estos dispositivos puede almacenar 35.000 dosis si se tratara de la vacuna de Pfizer, no se llegaría ni siquiera en años a producir los suficientes para una campaña de vacunación nacional. Además la empresa cuenta con otros clientes privados, por lo que se van ejecutando los pedidos a medida que se van confirmando. Por este motivo, Novello asegura que es muy importante que se tomen decisiones cuanto antes.

 

Desde la empresa reconocen como un privilegio el poder participar en esta batalla. Sin embargo, lo cierto es que el gobierno nacional no ha dado ninguna indicación de centralizar la compra de este tipo de herramientas por lo que se ha librado una carrera entre las provincias para tener acceso a los indispensables refrigeradores de ultrabaja temperatura. Y es sólo uno de los elementos necesarios en la distribución de la vacuna.

«Córdoba realizó una licitación por la que se adjudicaron 25 freezers de menos 20 grados que serían útiles por ejemplo para vacunas como la Sputnik V». Así lo indicaron desde la empresa que esa provincia avanzó sobre un pedido original de 100 que ya ha realizado.

El gerente de ventas de Righi dijo que la producción de ultrafreezers se incrementó casi en un 30% entre enero y octubre de este año, número que seguro se va a multiplicar. «Desde la provincia de Córdoba ya nos encargaron 100 unidades, de la provincia de Buenos Aires y de Mendoza 20, de Neuquén 10, de La Pampa 5, y nos han pedido presupuesto los gobiernos de San Juan y Santiago del Estero».

Con el fin de despejar cualquier tinte negativo, desde Righi concluyen con un mensaje: «Nuestra intención y compromiso es cumplir con la totalidad de los pedidos que hayan y haremos lo imposible por proveer de las unidades que cada cliente (privado o público) necesite. No queremos desatender ningún sector así que, en la medida que los plazos que ofrezcamos sean acordes a los plazos que necesiten, haremos hasta el último esfuerzo por proveerlos. Es una gran oportunidad para la industria nacional».

Resumiendo: más allá de los discursos -los políticos y los de venta- en AgendAR nos sigue pareciendo inevitable que, para empezar a vacunar masivamente este verano en forma masiva, la vacuna Sputnik V -que debe ser refrigerada, pero a temperaturas mucho más accesibles que la Pfizer- es la que probablemente esté disponible. La de AstraZeneca o «de Oxford», que se produce en Argentina, estaría aprobada recién en marzo.

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