En un comunicado de prensa, la Agencia Noruega de Medicamentos declaró que hasta el 14 de enero se habían reportado 23 muertes que ocurrieron poco después de recibir la vacuna Covid-19. De esas muertes, se evaluaron 13 y se llegó a la conclusión de que los efectos secundarios asociados con la vacuna pueden haber contribuido a reacciones graves entre pacientes «débiles y los ancianos».
Como resultado, el Instituto Nacional de Salud Pública ha actualizado su guía de vacunación Covid-19 con indicaciones más detalladas sobre la vacunación de los ancianos que son vulnerables.
«Todas las muertes que ocurren durante los primeros días de la vacunación se evalúan cuidadosamente. No podemos descartar que las reacciones adversas a la vacuna que ocurren dentro de esos primeros días (como fiebre y náuseas) pueden contribuir a un curso más grave y un desenlace fatal en pacientes con una enfermedad subyacente grave», detalló la agencia.
También señaló que en la campaña de vacunación del país para personas mayores, muchas de las cuales están en hogares de ancianos con afecciones subyacentes graves, «se espera que ocurran muertes cerca del momento de la vacunación». Según la agencia, un promedio de 400 noruegos mueren cada semana en hogares de ancianos.
Se han comenzado a implementar programas de vacunación en todo el mundo para combatir el coronavirus, que ha matado a casi 2 millones en todo el mundo, según datos de la Universidad John Hopkins. Pero la advertencia sobre las vacunas de Noruega es la declaración más cautelosa hasta ahora de una autoridad sanitaria.
La semana pasada, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos anunciaron que las reacciones alérgicas a las vacunas Covid-19 son relativamente raras.
Pfizer dijo en un comunicado que junto a BioNTech están trabajando con el ente regulador noruego para investigar las muertes en ese país. Recientemente, la firma Pfizer había anunciado retrasos en los envíos de sus vacunas acordados en Europa.