1 de cada 10 pacientes Covid sigue con síntomas después de 6 meses

Mientras el mundo discute sobre, vacunas, inmunidad, testeos y aislamiento para hacerle frente a la segunda ola pandémcia, una cantidad creciente de personas se enfrenta a las consecuencias de haber atravesado la enfermedad, pero sin lograr aún el alta definitiva. Según las estadísticas, a mitad de enero había unos 66 millones de personas infectadas ya “recuperadas” entre los 93 millones de casos de Covid confirmados en el mundo. Pero ¿qué tan exacta es esa “recuperación”?

Un reciente paper publicado en la revista médica The Lancet, dio cuenta de que “se estima que una de cada cinco personas afectadas sigue teniendo síntomas que persisten después de cinco semanas del contagio y una de cada diez tiene síntomas durante 12 semanas o más después de haber atravesado una infección aguda por COVID-19”.

Este tipo de situaciones se viene estudiando desde hace ya tiempo, a punto tal que los médicos ya hablan de esta patología como “Covid extendido o prolongado” (Long Covid, en inglés) y es una circunstancia que no solo está recibiendo cada vez más atención sino que tendrá consecuencias que se extenderán por mucho tiempo luego de que el pico haya pasado.

ENTRE UN 10 Y UN 15 % DE LOS PACIENTES PRESENTAN UN “COVID PROLONGADO” O “SUBAGUDO”

“Lo que sabemos hoy, es que aproximadamente entre un 10 y un 15 % de los pacientes infectados por SARS-CoV-2 presentan un “Covid prolongado” o “subagudo”. Y su presencia la definimos cuando algunos de los síntomas típicos persisten por más de 21 días luego de que el paciente haya tenido el alta”, explicó Mariana Sciarretta, cardióloga y miembro del equipo directivo del Hospital Británico. Y agregó que si bien esta situación puede afectar a todos los grupos etarios, en general se ve más en los adultos mayores que atravesaron un Covid más grave.

Algo parecido detalló Silvia Morales, directora médica de Centro DIM Rivadavia y miembro del equipo de medicina domiciliaria del Hospital Italiano. Según esta médica clínica, “en este momento de la pandemia, y con cada vez más evidencias del Covid-19 “extendido”, se está comenzando a investigar mucho sobre que significa y como tratarlo. Es que si bien el periodo de “salida” se está empezando a documentar, lo cierto es que aun sabemos poco sobre el tema”.

Para la especialista, lo que se está viendo es que parece haber casos de Covid que dejan secuelas en el largo plazo. “Sería ‘prolongado´ si sigue habiendo síntomas luego de la cuarta semana de la enfermedad. Y sabemos que, en parte, la aparición de estas secuelas de largo plazo dependerá mucho de como el metabolismo de cada persona cursó la infección”.

Síntomas

Los autores del estudio de The Lancet, siguieron durante seis meses la evolución de 1733 pacientes, de un promedio de 57 años, que habían sido internados por Covid en el hospital Jin Yin-ta de Wuhan, la región cuna de la pandemia. Los investigadores encontraron que que 3 de cada 4 personas de ese grupo seguía padeciendo al menos un síntoma de Covid, tras medio año de irse de “alta” del hospital.

EL SÍNTOMA MÁS USUAL INFORMADO FUE CANSANCIO Y DEBILIDAD MUSCULAR

El signo más usual informado fue cansancio y debilidad muscular, experimentados por el 63 % de los pacientes. Aproximadamente el 26 % dijo tener dificultades para conciliar el sueño y un 23 % comentó sufrir ansiedad o depresión.

“Lo que muestran los estudios epidemiológicos y también la experiencia cotidiana en los consultorios es que los síntomas que predominan en el largo plazo son la astenia (cansancio), la letargia y la debilidad. También problemas para dormir y ansiedad”, detalló el doctor Jorge Cáneva, jefe de Neumonología en la Fundación Favaloro.

Claro que no todos los infectados sufren esta problemáticas. “Hoy vemos que se dan en aproximadamente uno de cada 5 pacientes que tuvieron esta forma de la patología”, dijo Morales. “Y también registramos que algunas de dichas secuelas “retrogradan” y se recuperan, mientras otras se extienden por meses. Esto, de hecho, no es algo tan raro en la infectología y ya se han visto consecuencias similares en otras enfermedades virales que dejan alguna secuela ligada -por ejemplo- con la fatiga crónica”.

Como quedó dicho, la proporción de casos de “long Covid” ronda el 20 %, pero hay algunos indicios sobre cuales pacientes pueden ser más proclives a sufrirla y los que deberían ser seguidos especialmente por el sistema médico para -en lo posible- prevenir y rehabilitar.

Antecedentes

Si una persona consulta por sus síntomas persistentes “es muy importante que el médico sepa como fue la internación, que síntomas específicos tuvo y con que intensidad y conocer algunos de los parámetros clínicos registrados durante la fase aguda”, detalló Cáneva. Y reafirmó: “todo esto es clave para saber que estudios específicos -del sistema respiratorio, cardiológicos, renales o neurológicos pedir y a que síntomas estar atentos para contener, reducir y tratar de la mejor manera cada posible secuela“.

Justamente, por la complejidad de esta enfermedad sobre la cual aplica perfectamente el lugar común de “aún sabemos poco”, sí tenemos algunas certezas: “esta patología necesita un seguimiento estructurado con un enfoque multidisciplinario. No es recomendable tratar las secuelas en forma aislada”, detalló Sciarretta. Por eso hay instituciones médicas que ya están armando grupos especializados que ofrecen consultas, tratamientos y una rehabilitación integral coordinada para pacientes de Covid extendido.

Según Cáneva, se han visto personas que atravesaron la infección con compromiso en sus sistemas respiratorios, cardiológicos, renal y neurológico, incluso en la esfera neurocognitiva, con dificultades de concentración o de memoria. “Por eso es importante hacer controles integrales para determinar el verdadero origen de cada síntoma”.

Pese a que el 2020 fue un año muy “intenso“, el Covid-19 todavía es una enfermedad joven y poco conocida. “Recién ahora empezamos a ver y entender sus secuelas y los compromisos que genera y a analizar si son, o no, tratables y como hacerlo”, concluyó Sciarretta. “Todo esto nos pone a prueba para que podamos darle una repuesta adecuada”.

¿Quien debería controlarse tras el alta?

“Nuestra recomendación es que todas las personas, al mes de irse de alta, se hagan controles. Esto es clave porque aún no sabemos si las secuelas eventuales no son asintomáticas. Esto es, podría haber secuelas y que el paciente no se de cuenta”, sugirió Mariana Sciarretta, cardióloga del Hospital Británico.

Para Jorge Cáneva, de la Fundación Favaloro, “para el grupo mayoritario de casos que atravesó la patología en su casa no se está recomendando ningún control en especial. Pero para el 20% que fue internado, hoy le recomendamos que regresen a un control integral tras un periodo de 30 a 45 días de su recuperación. Y que sea una consulta personalizada, donde se pueda acceder a los antecedentes de la internación y proponerle estudios específicos que van desde un laboratorio común de sangre y orina, electrocardiograma o espirometría, hasta tests muy específicos para poder identificar el tipo de secuela y derivar a los tratamientos y al tipo de rehabilitación necesaria.

Otro aspecto a considerar en este grupo son las consecuencias psicológicas: “son pacientes que pasaron etapas de incertidumbre y miedo a la muerte. También situaciones de culpa por la posibilidad de contagiar familia y amigos. Finalmente, el estado de cansancio posterior también puede ser causa de cuadros psicológicos”, recordó Silvia Morales, del Centro DIM Rivadavia.

Enrique Garabetyan

VIANeomundo