En los barrios populares bonaerenses, sólo un 13% se contagió de covid en algún momento

Un estudio de seroprevalencia en individuos de 18 años o más, hecho en en 30 barrios populares del Gran Buenos Aires, indicó que en promedio sólo el 13 por ciento estuvo en contacto con el virus, detectado a través de la presencia de anticuerpos contra el SARS-CoV-2. Pero ese promedio se establece entre variaciones locales enormes. En 17 de Noviembre, por ejemplo, el 56,7 de los testeados da positivo, y aún así no hay indicios de estar cerca de una «inmunidad de rebaño»

El ministerio de Salud de la Provincia realizó operativos de seroprevalencia en 30 barrios populares del Área Metropolitana de Buenos Aires para saber qué porcentaje de habitantes había desarrollado anticuerpos. Fueron testeadas 300 personas de cada uno de esos 30 barrios entre julio y diciembre de 2020.

El resultado es parte de un proceso de evaluación de cómo viene trabajando la Provincia en los barrios populares: facilitar el acceso al diagnóstico, plantear medidas de aislamiento y cuidado, es para que los sectores más populares no queden desprotegidos ante esta enfermedad, como sí pasó en otro países”, expresó Enio Garcia, Jefe de Asesores del Ministro.

El especialista detalló que con esta información sobre la incidencia y seroprevalencia “se puede definir desde donde hacer el monitoreo más fuerte para sostener el trabajo y fortalecerlo en los barrios en donde sí vimos mayor circulación del virus, en función de la seroprevalencia alta que encontramos y sin descuidar a los otros barrios en donde hubo un resultado satisfactorio”.

El estudio de seroprevalencia se realiza en barrios donde hubo brotes y en los cuales ya ha pasado un tiempo considerable para que la población expuesta haya desarrollado anticuerpos. Se hace mediante la toma de una pequeña muestra de sangre que se extrae del dedo, y eso permite determinar la presencia de anticuerpos específicos contra el coronavirus.

El test serológico tiene como objetivo la vigilancia epidemiológica para mostrar qué porcentaje de la población, estuvo en contacto con el virus. Otro de los objetivos de la estrategia apunta a identificar potenciales donantes de plasma. La determinación de anticuerpos específicos para SARS-CoV2 se lleva a cabo por el método de ELISA y un breve cuestionario para caracterizar a la personas y saber sus desplazamientos habituales. Esto ilustra cómo se mueve el virus y los lugares de contagio.

Las variaciones locales son enormes. Se destacan los siguientes datos : Barrio Azul (Quilmes), 14,6 % de la población total estuvo en contacto con el virus. En Itati (4,2 %), Azul (Avellaneda) 12 %, San Jorge (14,5 %), La Cava (13,8 %), Hidalgo (3%), Iapi (10,4%), Carcova (11%), La Fe (13.6 %), La Rana (12,1%), Villanueva (2,3%) ,Ameghino (1,8 %) ,1 de Mayo (12,5%), Satélite (4,9%) , Eva Perón (19,7%), 2 de Abril (10%), (Palito 14,6%), Los Ceibos (10,1%), Parque Americano (11,1%), Santa Cruz (12,6%), 22 de Enero (23,9%), Las Antenas (29,1%), 17 de Noviembre (56,7%), La Cantera (15,6%), Villa Argentina (17,5%), Villa Tranquila (29%), La Morita (15,1), Las Praderas (15,5%), Santa Rosa (9,9%) y Primaveral (23,4%).

Los estudios de seroprevalencia se implementan también en estaciones de trenes y en viviendas del conurbano bonaerense seleccionadas por métodos de muestreo estadísticos aleatorios, que en las próximas semanas se podrá contar con los resultados de los testeos.

Un dato llamativo es que solo una minoría de los participantes en el estudio con anticuerpos detectables refirió haber padecido Covid-19. Esto puede atribuirse a que una alta proporción habría tenido pocos síntomas y no habría consultado con el equipo de salud. La única excepción fue el barrio San Jorge, donde este antecedente se registró en el 59,5% de los casos. Esta hipótesis es la que maneja Enio García, jefe de asesores del Ministerio de Salud bonaerense: “Muchos pueden haber sido asintomáticos o haber tenido síntomas leves y no buscaron atención”, comenta.

Metodología

Para hacer el estudio, se eligieron 300 viviendas a intervalos regulares en cada barrio, y en cada una de ellas se convocó a un voluntario mayor de edad al que se le tomó una muestra de sangre por punción digital. En esa muestra aleatoria, se estudiaron variables sociodemográficas (como la edad y género), enfermedades crónicas preexistentes (hipertensión arterial, diabetes, obesidad, EPOC), si las personas se trasladaban por trabajo y por qué medio de transporte.

En todos los casos, se emplearon kits del test CovidAR, desarrollado por el equipo de Andrea Gamarnik en el Instituto Leloir, que fueron donados para esta ocasión. ”En general, se observó una relación directa entre la seroprevalencia del barrio y la incidencia acumulada (número de casos nuevos cada 100.000 habitantes) del partido correspondiente en la semana del relevamiento, salvo en el caso de La Matanza, donde se registraron valores diferentes de seroprevalencia en los barrios para valores similares de incidencia”, afirman los autores. ”Ya hicimos estudios de este tipo [para detectar anticuerpos] en estaciones de trenes de la zona Sur y nos dieron un resultado similar, alrededor del 11% –agrega García–. Y también estamos trabajando con una muestra de viviendas del conurbano que hicimos en conjunto con el Ministerio de Economía de la provincia. La idea es ver si cambia la seroprevalencia en el tiempo”. Sin embargo, advierte el especialista, este 11% no puede ser tomado como medida de inmunidad colectiva. “Pensamos que la ‘inmunidad de rebaño natural’ no es algo alcanzable e intentar ir por ahí generaría un costo sanitario altísimo”.

Especialistas consultados por la periodista Nora Bär afirman que es probable que ese número en realidad sea un pálido reflejo de la cantidad de personas que se infectaron.

Es lo que opina Roberto Etchenique, químico analítico de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, que no participó en el trabajo y que junto con Guillermo Durán, director del Instituto de Cálculo, Rodrigo Quiroga, de la Universidad Nacional de Córdoba y Rodrigo Maidana, de la Universidad Nacional de La Plata, vienen analizando los números de la pandemia jurisdicción por jurisdicción.

”Todos los estudios de seroprevalencia, menos los que se hacen inmediatamente después de un ‘incendio’, dan errores muy grandes por defecto –explica–. En general, captan aproximadamente un tercio de los infectados originales. Dependen de muchas cosas; en especial, de cuánto fue la respuesta original de anticuerpos. Se sabe que aun con muchos virus, los asintomáticos generan muy pocos anticuerpos y se van perdiendo con el tiempo”. Y destaca: “Por supuesto, no se sabe si todas estas infecciones generan inmunidad, y cuando lo hacen, su duración, pero sin duda contribuyen a la letalidad global”.

Los datos que AgendAR publica hoy sobre la situación de la ciudad de Manaos, Brasil, son desalentadores. Manaos tiene 2,2 millones de habitantes con un 76% de seroprevalencia debido a la gravedad que tuvo el brote del otoño pasado. Sin embargo hoy los pobladores de esa capital de la Amazonía están envueltos en un segundo rebrote, tan incontrolado que faltan ya no respiradores, sino oxígeno medicinal para los hospitales. Y la famosa «inmunidad de rebaño» allí sigue sin aparecer.

Las estimaciones de este equipo en lo que se refiere a infectados (acumulados) al 15 pasado son mucho más altas: rondan el 25,11% para el AMBA (40 municipios más CABA), con distritos como Almirante Brown, que llega al 54,95%; Avellaneda, al 47,53%, o Ezeiza, que supera el 51%. El estudio también sugiere que las restricciones de movilidad que redujeron la concurrencia al lugar de trabajo en al menos un 5% a principios de marzo de 2020 se asociaron con menores probabilidades de seropositividad en el mes de julio, en comparación con las jurisdicciones donde la gente tuvo mayor libertad de circulación.