El 28 de febrero de 2021, se lanzó con éxito Amazonia-1, el primer satélite de observación de la Tierra desarrollado por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) de Brasil, desde la base de Sriharikota, India.
Esta misión también es un hito para nuestro país, ya que incluyó componentes espaciales desarrollados por INVAP, que también estuvo a cargo de un programa de capacitación y formación de profesionales brasileños.
La provisión de INVAP para Amazonia-1 fue la primera exportación de componentes espaciales del país y consistió en la Computadora Principal de Abordo; el Sistema de Control de Actitud del satélite, compuesto por cajas de electrónica de control de actitud y control de thrusters, ruedas de torque y magnetómetros, y sensores solares gruesos, estos últimos realizados conjuntamente con la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA); y todo el equipamiento de soporte en Tierra para los sub-sistemas provistos por INVAP.
En los más de diez años que implicó el proyecto, INVAP e INPE trabajaron en estrecha colaboración, tanto para realizar algunos desarrollos conjuntos, como para capacitar al personal brasileño garantizando la transferencia de conocimientos no sólo en el uso de los equipos provistos, sino también en todas las áreas de conocimiento necesarias para diseñar, construir, testear y operar un satélite. La entrega de los componentes a Brasil se realizó en el año 2014, y el contrato finalizó en el año 2016.
La misión Amazonia de observación de la Tierra permitirá monitorear la deforestación, especialmente en la región amazónica y también la agricultura en todo el territorio brasileño. Esto se hará con una alta tasa de revisita (la capacidad de obtener imágenes frecuentes y seguidas de un mismo sitio usando los sistemas de maniobra del satélite). El Amazonia-1 actuará en sinergia con los programas ambientales existentes.
El lanzamiento de la misión Amazonia-1 posiciona a INVAP como empresa líder confiable en el mercado espacial Latinoamericano, donde la colaboración, la transferencia y el trabajo conjunto, en un entorno cultural común, favorecen el desarrollo de proyectos altamente complejos.
Desde AgendAR sólo queremos subrayar un hecho evidente: los gobiernos pasan, pero la colaboración permanente entre Argentina y Brasil es un factor necesario para que la América del Sur tenga algún grado de autonomía y protagonismo en el siglo XXI.
Más datos en: Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais