5 proyectos de inversión que Alberto propondrá a China en su visita oficial ¿Se descarta la Hualong?

Alberto Fernández - Darío Martínez

Reproducimos esta nota de Martín Di Natale y ponemos signos de interrogación en el titulo -algo que no nos gusta hacer- porque sabemos que sobre la central nuclear china Hualong-1 y su construcción en Argentina se juegan intereses geopolíticos. Y también pasiones en la comunidad nuclear argentina.

En todo caso, Di Natale brinda importantes precisiones sobre los proyectos de inversión que se discuten con la República Popular, y que hemos analizado ya en AgendAR, por ejemplo aquí. Corregimos al final lo que entendemos errores en el texto.

En cuanto a la Hualong, reiteramos nuestra posición: la compra de una central «llave en mano» no es, ni puede ser, un proyecto prioritario para un país con la capacidad y experiencia en tecnología nuclear del nuestro.

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«En el documento que elevó la Secretaría de Energía al despacho de Alberto Fernández, el Presidente tiene un resumen concreto de las cinco obras troncales de energía que quiere avanzar cuanto antes el gobierno y por las cuales la Argentina pedirá inversiones millonarias a China en lo inmediato.

Se trata de un ambicioso plan de infraestructura que el Secretario de Energía, Darío Martínez junto con el ministro de Economía, Martín Guzmán, elaboraron y que Alberto Fernández llevará en su próxima visita oficial a Beijing pautada para mayo.

«Vamos a impulsar en los próximos años las obras de energía centrales para el desarrollo económico de la Argentina pero necesitamos de inversores y China puede ser un actor importante en esto», admitió un destacado funcionario de la Casa Rosada en relación a la alianza estratégica integral que se consolidó con Beijing y que Alberto Fernández buscará profundizar en su próximo viaje a China.

 

Según fuentes cercanas al secretario de Energía y al ministro Guzmán, la intención del Gobierno es llevar a China un planteo concreto de obras para que la administración de Xi evalúe sus posibilidades concretas de inversión sobre los siguientes proyectos:

GASODUCTO DEL SUR.

Se trata de la construcción del Gasoducto San Jorge para transportar gran parte de la producción hidrocarburífera de Vaca Muerta. La Secretaría de Energía derogó el año pasado la resolución con la que el gobierno de Mauricio Macri convocó a una licitación para la construcción de un gasoducto que permitiera evacuar la producción de Vaca Muerta y ahora se dispone a ejecutar una nueva licitación donde apuesta a la inversión china por unos u$s 2.500 millones. Esta obra contempla la construcción de un gasoducto de 1.000 kilómetros de extensión entre Tratayen, en Neuquén, y la localidad bonaerense de Salliqueló. Se estima que el gasoducto tendría una capacidad de transporte de 60 millones de metros cúbicos diarios y la idea es despejar dudas sobre el futuro de comercialización del shale gas.

RED ELECTRICA EN EL ÁREA METROPOLITANA.

Para el gobierno las obras de ampliación de la red eléctrica del AMBA son consideradas esenciales para el adecuado abastecimiento en el Gran Buenos Aires. El secretario de Energía ya anunció que hay contactos con la Corporación Estatal de la Red Eléctrica de China​ (SGCC) para este proyecto. Se trata del desarrollo de obras de mejoramiento de la red Nacional 500 kV, Etapa 1 para el área metropolitana de Buenos Aires. La idea es trabajar en un programa destinado a ampliar las redes de 500 kV.

ELECTRICIDAD EN LA PATAGONIA.

El otro proyecto de inversión que se presentará a China para sumar inversores contempla una obra que resolverá un gran problema de abastecimiento eléctrico en el sur del país y que estiman ahorrará costos que pueden alcanzar los u$s 300 millones anuales. Se trata de la obra que busca restaurar operativamente la línea de transmisión que va desde Futaleufú hasta Puerto Madryn, y que alimenta desde esa central hidroeléctrica a la planta de fabricación de aluminio de Aluar. Martínez afirmó en su momento que la idea es «poner en marcha esta obra para ahorrar cientos de millones de dólares al Tesoro Nacional y garantizar energía barata a ese gran complejo industrial.

GASODUCTO DE LA MESOPOTAMIA.

Este proyecto prevé avanzar con el cruce del gasoducto por el río Paraná y el ramal hacia el norte de Corrientes a Misiones. Esto se conoce como la Etapa III del plan original del GNEA dando inclusión a la población y economías de dos jurisdicciones del NEA que, de otra forma, quedarían excluidas. La puesta en marcha de la ETAPA III del Gasoducto del Noreste Argentino contemplaría una partida inicial de $ 40.000 millones para el próximo año y otros $ 30.000 millones para el 2022.  Hace menos de un mes el secretario Martínez mantuvo una reunión virtual con el Consejo Federal de Energía donde los ministros de Energía de cada jurisdicción expuso la situación actual de su provincia y se acordó fortalecer este proyecto con la búsqueda de inversores extranjeros.

CENTRAL TERMICA.

El quinto proyecto que está en la carpeta de la Secretaría de Energía como temas prioritarios a la hora de buscar inversiones en China figura la instalación de la Central Térmica Manuel Belgrano II, presupuestada por $ 5.136 millones. La construcción de esta central de ciclo combinado que aportaría al sistema eléctrico una potencia de 810 MW, había sido adjudicada en 2014 a un consorcio del que formaba parte Electroingeniería, la empresa de Gerardo Ferreyra y Osvaldo Acosta. El proyecto quedó congelado por falta de financiamiento durante el gobierno de Macri.

En paralelo a todos estos proyectos de energía, la Argentina y China trabajan en las negociaciones por dar con un ambicioso plan a mediano plazo para instrumentar 15 proyectos concretos de inversión china en materia de infraestructura, minería, comercio y transporte que alcanzaría a unos u$s 30.000 millones.

Sugestivamente, en el menú de los proyectos de inversión de China en la Argentina no aparece la construcción de la central Nuclear IV. Este proyecto de instalación de reactores nucleares en Campana con tecnología estrictamente china empezó a moldearse en el último año del gobierno de Cristina Kirchner. La propuesta original tenía un costo de u$s 12.000 millones pero en el 2016, cuando llegó Mauricio Macri al poder y tras arduas negociaciones, se logró reducir a un préstamo blando de u$s 9000 millones. Luego vino la derrota electoral de Macri y se frenó todo el proyecto. Con la llegada de Alberto Fernández a la Casa Rosada ahora China volvió a debatir el tema en el ámbito de la secretaría de Energía que conduce Darío Martínez y con el embajador en Beijing, Sabino Vaca Narvaja entrevieron un nuevo interés de China en este plan nuclear que dejará afuera la tecnología canadiense CANDU que históricamente utilizó la Argentina para sus centrales nucleares.

Sin embargo, ni Alberto Fernández ni Guzmán están dispuestos a encarar este préstamo con China en estos momentos de crisis económica. En el gobierno aducen que el país no puede enfrentar ahora un compromiso financiero de este volumen y que la central nuclear no es un tema prioritario en el plan energético.

Tampoco aparece en el menú de propuestas para ofrecer a los inversores chinos la construcción de la represa hidroeléctrica de Chihuido en Neuquén. Es que al parecer esta iniciativa que durante muchos años fue reclamada por Rusia y por China finalmente quedará en manos de Alemania. Según se pudo saber, hay avances importantes de empresas alemanas con el gobierno argentino para la puesta en marcha de esta represa.»

Observaciones de AgendAR:

Empezamos por un detalle geográfico: las centrales Atucha I y II no están en Campana, sino a más de 40 km., en Lima, en el partido de Zárate.

Más importante: el plan de compra de la Hualong-1 no lo frenó el gobierno actual. Por el contrario, lo hizo la Secretaría de Energía de Javier Iguacel en 2018. Es más, poco antes de dejar el cargo, el sucesor, todavía secretario de energía Gustavo Lopetegui, se autoelogió por haber servido para detener ese proyecto.

El gobierno actual heredó un programa de centrales que había empezado a frenarse tan temprano como en enero de 2015, con los primeros atrasos de la excavación de cimientos para construir Atucha III CANDU en versión argentina, según ley aprobada por el Parlamento en 2014.

El programa se frenó aún más en mayo de 2018 cuando el Ministro de Energía, ing. Juan José Aranguren, descartó este proyecto nacional pero dijo que conservaría la Hualong-1, aunque sin fijar fecha alguna de inicio de obras. Luego sus sucesores fueron descarrilando el proyecto residual, la compra llave en mano de la Hualong-1.

Este gobierno heredó el programa de centrales nucleares totalmente muerto. Por cierto, no hizo nada por resucitarlo. La economía en coma tampoco hacía prever una rampa de demanda eléctrica, y llovido sobre mojado, a la estanflación rampante desde 2018 se añadió la recesión pandémica. No daba el panorama para cardioversor.

AgendAR, y buena parte de los profesionales nucleares coinciden en que hay que reanudar un proyecto de centrales tecnológicamente nacional, y con plantas que mejoren la capacidad industrial del país y su dominio tecnológico. Pero eso es otra historia, y otros artículos.

VIAEl Cronista