30 años del Mercosur: qué queda, qué sigue

El presidente Alberto Fernández encabezará hoy una reunión del Mercosur por los 30 años de la creación del bloque y para presentar el Estatuto de Ciudadanía, que compila derechos y beneficios en temas como circulación de personas, residencia, trabajo y educación.

Será, en principio, una reunión eminentemente protocolar: no hay agenda de trabajo más allá de lo conmemorativo y del anuncio del Estatuto de Ciudadanía. Con una mirada negativa, puede ser un símbolo de lo que es el Mercosur hoy: gestos diplomáticos, y declaraciones de intención sin mecanismos para hacerlas cumplir. Aún así, hay que tomar en cuenta también un dato: ninguno de sus cuatro socios fundacionales quiere abandonarlo.

Aún la economía más grande, por lejos, del bloque, Brasil, que en momentos muy recientes planteó que el Mercosur debía dejar de ser un obstáculo para un comercio más libre o lo abandonaría… hoy se aferra al símbolo. El sistema global no es tan acogedor, y Brasil no es tan fuerte por sí solo.

Sobre eso, invitamos a leer este análisis que publicamos hace justo 11 meses, cuando dijimos que Argentina no se iba a ir del bloque… ni tampoco los otros miembros.

Reconozcamos de entrada que es muy cierto que el Mercosur no ha cumplido con las expectativas iniciales. Es una de las seis mayores comunidades económicas del mundo, con un PIB nominal de 1,835 billones de dólares y una población de 270 millones. Pero… Brasil y Argentina se niegan a ceder su soberanía a instituciones del bloque. No hay un tribunal de arbitraje, ni mucho menos un parlamento con atribuciones reales. Hoy, el Mercosur no es más que una deficiente unión aduanera. Tampoco, salvo por la Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC) -previa al Tratado de Asunción, en realidad- se crearon agencias del Mercosur con peso real en la región y en el mundo.

De todos modos, un periodista recordaba hoy que el Mercosur vende el 63% de la soja del mundo y es el principal exportador mundial de carne vacuna y de pollo, de maíz, café y hierro. Es, además, el octavo productor mundial de automotores. Claro, esas exportaciones las hacen los distintos países, pero el Mercosur es una «marca» que les permite una presencia en el sistema global que por sí solos no tendrían.

Hoy, esa «marca» está devaluada, por la inestabilidad argentina y las políticas desastrosas de Bolsonaro, pero sigue siendo un activo a considerar.

La construcción de un bloque sólido, de intereses e instituciones comunes, sigue siendo un desafío para el futuro. Un desafío difícli, lo hemos visto, pero, como dijo uno de nuestros Padres Fundadores «¡Ánimo, que para los hombres de coraje se han hecho las grandes empresas!«.

A. B. F.